Ser consciente energética mente precisa de fuerza y resistencia, ya que a veces es difícil y duro evaluar las creencias personales y separarnos de aquellos que no apoyan nuestro crecimiento.
Pero la misma naturaleza de la vida el cambio es constante, no solo externo y físico.
Evaluar nuestras creencias es una necesidad espiritual y biológica. El cuerpo físico, mente y espíritu requieren de nuevas ideas para crecer y prosperar.
Muchas personas se quedan inmovilizadas entre dos mundos, el viejo que necesitan dejar y el nuevo al que tienen que entrar. Les atrae hacerse más conscientes pero al mismo tiempo les asusta, ya que deben asumir la responsabilidad personal de ellos mismos y de todo lo que afecta a la salud, profesión, actitudes y pensamientos, y una vez asumida esta responsabilidad no se puede volver a utilizar el razonamiento antiguo, para justificar o disculpar su comportamiento.
A veces para cambiar necesitamos examinar los prejuicios y conexiones que tenemos con la unidad familiar y debemos liberarnos de las creencias que ya no nos sirven para el desarrollo personal.
Estas circunstancias que nos obligan a elegir entre cambiar o quedarnos estancandos son los mayores retos. Cada nueva travesía nos permite entrar en un ciclo de cambio ya sea para la salud o para la práctica espiritual, y el cambio significa que no podemos evitar dejar a personas y lugares conocidos para avanzar hacia otra fase de la vida.
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