AMATISTA

Su función, rendir la mente ante estados más elevadas del ser.             

La amatista es quizás el mineral más conocido, un cristal altamente protector. 

Representa físicamente el rayo violeta alquímico de la transformación. Simboliza el paso de la conciencia en estado normal de vigilia al estado de percepción alterativa. Su suave persuasión calma el proceso del pensamiento circunstancial, infundiendo serenidad. Aparta la conciencia del egoísmo, inculcando a la mente un conocimiento más profundo de la realidad.

La energía de la Amatista enseña la humildad necesaria para alcanzar estados mentales superiores. La paz y serenidad interior que ella proporciona, nos sumerge en un océano de silencio donde la actividad mental constante es sustituida por la calma.

Tiene muchas diferentes aplicaciones prácticas. 

Los minerales grandes de amatista (drusas o geodas) se utilizan mucho en centros de salud, cuartos de meditación y salas de espera ya que llenan el espacio con vibraciones relajantes, neutralizan la energía negativa y liberan energía bloqueada.

Piedra del Tercer Ojo, siendo su mejor cualidad que disminuye la velocidad de nuestros pensamientos, siendo esto efectivo en tratamientos de estrés psíquico, tensión mental y migrañas.
Favorece el sueño y reduce el dolor de cabeza.
Es muy útil para combatir las adicciones como las drogas o el alcohol.

Favorece el funcionamiento del hemisferio derecho del cerebro y de las glándulas pituitaria y pineal. 

Lleva claridad a la mente, purifica y regenera los niveles de conciencia.

Aumenta la capacidad paranormal y la facultad de meditación.
Favorece la intuición y la inspiración. 
Reduce los temores y neutraliza la negatividad.
Protege contra los ataques psíquicos.

Espiritualmente nos guía hacia los buenos cambios y a dejarnos guiar por la Luz de Dios.

La amatista viene a ser la piedra del alma, pues manda su mensaje hacia dicho nivel del ser. Da acceso a supremas experiencias anímicas. Se comunica directamente con el alma, por lo que es ideal para llevar consigo, para personas que están sufriendo una enfermedad grave o para emplearse en la preparación de una muerte consciente.

La amatista se relaciona bien con el cuarzo rosa, ya que el color purpura calma la mente y el matiz suave del cuarzo rosa apacigua el corazón. Se pueden llevar en joyas o meditar con ellas, aportando un equilibrio pacifico entre energías mentales y emocionales.

Nota a tener en cuenta. Los cristales son herramientas poderosas, siempre que se usen con conocimiento y bajo la guía de un buen profesional.