Esta piedra ha llegado en tiempos donde es de gran importancia, la unificación de las energías espirituales y materiales.
Su color es una mezcla del rosa con el naranja, creando un nuevo rayo de color, para realizar trabajos determinados.
La misión de la rodocrosita es despejar el plexo solar e integrar las energías de los chacras superiores con los inferiores.
El plexo solar es unas de las zonas más sensitivas y vulnerables del cuerpo, donde se sienten los bloqueos referente al nerviosismo y cuando sufrimos ansiedad. Es el centro energético de la actividad emocional, donde se registran y almacenan los conflictos y traumas emocionales sin resolver.
En ocasiones puede estar oprimido por emociones depresivas (chacra corazón) y es cuando la energía no fluye con facilidad en nuestro sistema energético.
La rodocrosita podemos aplicarla en tratamientos físicos y psíquicos, ya que contribuye en la curación de diferentes trastornos como son: las úlceras, los problemas respiratorios, digestivos y estreñimiento
Al penetrar la energía de la rodocrosita en el aura se crea un proceso donde las energías de los chacras superiores son estimuladas y dirigidas hacia los chacras inferiores y éstos se vuelven más receptivos a estas frecuencias más elevadas. Este puente de conexión fortalece el plano físico, pudiendo usarse de manera consciente las cualidades creativas de los centros superiores.
La rodocrosita colabora muy bien con la malaquita, ya que ésta extrae las emociones oprimidas sacándolas a la superficie, donde reciben el consuelo y la armonía que le ofrece la rodocrosita.
También podemos tratar con este cristal los problemas de visión. Muchas veces el origen de una vista deficiente proviene de"no querer ver o afrontar ciertas experiencias personales", y esta actitud de rechazo puede perjudicar a la vista. Aplicando rodocrositas alrededor de los ojos se puede ayudar a que la persona acepte de forma positiva, comprendiendo lo que ve y como se siente respecto a ello.
Las gemas de rodocrosita son útiles en meditaciones, para tener una visión más precisa sobre la misión que hemos de realizar en nuestra vida. Un cristal o piedra aplicado en el tercer ojo nos puede ayudar a recibir el mensaje.
Al colocar estas piedras encima de la cejas, sienes y/o centro del cráneo se estimula al cerebro, creando un mejor flujo de energía espiritual hacia al cuerpo físico y penetrando en los procesos de pensamientos.
Nota a tener en cuenta. Los cristales son
herramientas poderosas, siempre que se usen con conocimiento y bajo la guía de
un buen profesional.
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