A muchos de nosotros se nos enseñó el amor condicional. Por
lo tanto, creemos que necesitamos ganarnos el amor. Pensamos que no somos
dignos de que nos amen si no tenemos un trabajo fabuloso, una buena relación de
pareja o un cuerpo perfecto. Eso es una tontería. No tenemos necesidad de
ganarnos el aire que respiramos; Dios nos lo da porque existimos. De igual
modo, tenemos el derecho de amar y ser amados. Somos dignos de amor por el
simple hecho de existir.
"No tengo por qué ganarme el amor. Merezco que me amen porque
existo. Los demás reflejan el amor que siento por mí."
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