Los sonidos son ondas energéticas con una frecuencia vibracional determinada.
La Musicoterapía es el arte de equilibrar las energías del ser humano y del medio ambiente con las energías de los sonidos.
Teniendo en cuenta que la raíz de toda enfermedad física es energética, tratando las energías del ser humano tratamos la raíz de la enfermedad así como su manifestación física.
La utilización de la música como terapia hunde sus raíces en la prehistoria, puesto que se sabe que la música estuvo presente en los ritos "mágicos", religiosos y de curación.
Los efectos de la música sobre el comportamiento han sido evidentes desde los comienzos de la humanidad. A lo largo de la historia, la vida del hombre ha estado complementada e influenciada por la música, a la que se le han atribuido una serie de funciones.
La audición de estímulos musicales, placenteros o no, producen cambios en algunos de los sistemas de neurotransmisión cerebral. Por ejemplo: los sonidos desagradables producen un incremento en los niveles cerebrales de serotonina, una neurohormona que se relaciona con los fenómenos de agresividad y depresión.
Existen 2 tipos principales de música en relación con sus efectos: la música sedante, que es de naturaleza melódica sostenida, y se caracteriza por tener un ritmo regular, consonancia armónica y un timbre vocal e instrumental reconocido con efectos tranquilizantes y sanadores, (los sonidos de la naturaleza, por ejemplo).
La música estimulante, que aumenta la energía corporal, induce a la acción y estimula las emociones.
La música, al igual que otros estímulos portadores de energía, produce un amplio abanico de respuestas que pueden ser inmediatas, diferidas, voluntarias o involuntarias.
La música, al igual que otros estímulos portadores de energía, produce un amplio abanico de respuestas que pueden ser inmediatas, diferidas, voluntarias o involuntarias.
Dado que la musicoterapia constituye una aplicación funcional de la música con fines terapéuticos, se preocupa esencialmente de promover a través del sonido y la música, una amplia circulación energética en la persona, a investigar las múltiples transformaciones que induce en el sujeto el impulso inherente al estímulo sonoro y a aplicar la música para solventar problemas de origen psicosomático.
Los sonidos tienen la propiedad que son acumulativos.
Los sonidos tienen la propiedad que son acumulativos.
La Música anima al deprimido, vitaliza al desganado, calma al enfurecido...y nos acerca a Dios: "al Principio fué el Verbo (Energía/Sonido en Movimiento) y el Verbo se hizo materia..."
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