Estas piedras poseen estrías alargadas y paralelas, las cuales canalizan los rayos de luz de alta frecuencia, cambiando las vibraciones densas en corrientes positivas de energía, fluyen a gran velocidad a lo largo de sus estrías, por lo que se puede usar en cualquier circunstancia para aumentar la fuerza luminosa.
La energía de la turmalina genera gran luz al aura, inundando al ser de fuerza, alegría, paz y compasión, aumentando el carisma personal. Además crea un campo protector alrededor del cuerpo, permitiéndonos crecer interiormente y desarrollándonos para expandir la luz en el mundo exterior.
Esta piedra transmite un mensaje especial hacia la humanidad "Armoniza con las fuerzas de la luz y canaliza su resplandor en tu vida", ya que esto es posible.
Es una de las piedras más completas del planeta, ya que puede reflejar todos los rayos del espectro.
Regulando sus vibraciones manifiesta la frecuencia de cualquier color.
La turmalina crea un puente que unifica los cuerpos energéticos sutiles con el cuerpo físico, permitiendo un equilibrio entre estas fuerzas, pues reduce la frecuencia del espíritu e incrementa la frecuencia de la materia, armonizando y aumentando las energías cómicas y físicas.
Podemos situarlas en estanterías, altares, habitaciones, alrededor de plantas, salas de terapias, etc., o bien llevarlas en joyas.
En prácticas gemoterapeuticas se pueden disponer entre chacra y chacra para conectar sus energías, en cada uno de los chacras. Junto con la rodocrosita y malaquita se emplea en el plexo solar para incorporar las energías de los centros superiores con los inferiores.
Son de gran utilidad siempre que se empleen correctamente.
Nota a tener en cuenta. Los cristales son
herramientas poderosas, siempre que se usen con conocimiento y bajo la guía de
un buen profesional.
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