El color púrpura de esta piedra simboliza el enlace de la mente con el cuerpo físico. Sintoniza al ser humano con su cuerpo mental revelándole donde está el origen de sus problemas.
Los pensamientos que salen de nuestra mente decretan en gran parte el estado de salud del cuerpo.
La Sugilita dispone un control consciente sobre la mente, inspecciona el cuerpo y canaliza hacia él grandes cantidades de energías curativas, restaurando el equilibrio del cuerpo físico y mental.
Nos permite disolver nuestras dudas, inseguridades, odio, miedos, frustraciones y culpas, que no nos dejan identificarnos con nuestra divinidad.
Utilizada sobre el centro energético del Tercer Ojo nos sana el subconsciente, pues conecta a la mente con la sabiduría de este chacra, armonizando mente y espíritu.
Se puede usar junto a la Amatista para elevar la mente a estados meditativos y acceder a conocimientos superiores.
Las piedras con tonos pálidos sirven en aplicaciones sobre las glándulas linfáticas para depurarlas,(colocadas sobre ingles, debajo de los brazos y sobre las clavículas). Encima del bazo y del hígado para eliminar las toxinas de la sangre.
Usar, llevar puesta o meditar con la Sugilita nos inspira la fuerza necesaria para canalizar sus energías de alta frecuencia en cada situación de nuestra experiencia terrenal.
La Sugilita nos enseña a incorporar las energías espirituales en nuestra vida cotidiana.
Nota a tener en cuenta. Los cristales son
herramientas poderosas, siempre que se usen con conocimiento y bajo la guía de
un buen profesional.
No hay comentarios:
Publicar un comentario