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El Sauzal, Tenerife, Spain
SISTEMA DE REIKI USUI, CRISTALOTERAPIA, AROMATERAPIA, ARMONIA BIOENERGÉTICA, FLORES DE BACH, MASAJE METAMORFICO, MASAJE AYURVÉDICO, MOXIBUSTIÓN Y TERAPIA CRANEO-SACRAL.

SÉ TAN FELIZ QUE TU MÚSICA INTERIOR, HAGA VIBRAR AL UNIVERSO

viernes, 13 de junio de 2014

YO SOY PERFECTO "CONNY MÉNDEZ"


Esta es la afirmación que expresa la más absoluta lealtad al Padre, a nuestro Yo Superior, y al Cristo en nosotros. YO SOY PERFECTO (o Perfecta). Sin embargo, los hay entre ustedes quienes no se sienten sinceros al expresarse así. Les voy a explicar, que si sienten dudas, es porque están contemplando a la Conciencia terrena, lo que llamamos la conciencia carnal, y lo que es ésta jamás quiere aceptar lo espiritual. Es justo y natural. Se nos ha dado una conciencia carnal, terrena, para que podamos funcionar en lo material. 
Si no tuviéramos un intelecto y una conciencia terrena ¿cómo podríamos  manejarnos en la Tierra? Seríamos fantasmas y no nos sentiríamos como si perteneciéramos a la Tierra. ¿Comprenden ustedes? Luego, sucede que ella (la conciencia terrena y carnal) siempre está viendo los horrores que hacen los humanos, las guerras, las venganzas, los robos y atracos, los crímenes, los engaños, el odio, el desamor, el fin, todo lo que vemos a diario en todas partes, en los periódicos, en la televisión, radio, etc. Y ella piensa con suma razón: “¿Y cómo vamos a aceptar el dicho de que somos perfectos? ¡Pero si somos infames! ¿Dónde está lo perfecto?”. Y esto que acabo de decir seguramente que ustedes, en especial los y las principiantes lo encuentran perfectamente justificado.
Pues no, NO está justificado. A pesar de todo lo que aparenta justificarlo, ustedes ya saben que decirlo, o pensarlo siquiera, equivale a un decreto categóricamente negativo. Ustedes ya saben que la Gran Verdad está en el espíritu, y que el espíritu es Perfecto. Ustedes ya saben que si declaran infame al Ser, y a través del Verbo ser, soy, somos, son, están mintiendo además de que están sentando un decreto o ley que ha de manifestárseles en la vida. Y aquí está el clavo del asunto. Si ustedes, al declarar y decretar que algo es infame e imperfecto, saben muy bien que eso va a manifestarse, pues declaren o decreten lo contrario, que es la Verdad, y también lo verán manifestado. Sobre todo que el repetirlo va formando el “momentum”, o ímpetu que le dará más y más fuerza para manifestarse lo más rápidamente. A medida que lo repiten; a medida de que ustedes se recuerden a ustedes mismos que el Yo Superior es Perfecto y que esa es la verdad, van grabándolo en el subconsciente, creándolo en consciente, afirmando con el supraconsciente y... el Verbo se hace carne; manifestándolo en todos los vehículos que ahora están creyendo la manifestación imperfecta.
Para que se vayan acostumbrando a la afirmación comiencen diciendo: “YO SOY POTENCIALMENTE DIVINO Y PERFECTO”. Así están declarando la Verdad de todas las maneras, pero no se ofenden los oídos carnales que están creyendo la mentira de la imperfección. Además se ganan dos puntos maravillosos con esa afirmación. El primero es que se nos eleva la conciencia, cosa que tanto insistimos en que hagan ustedes, segundo que da una euforia y una alegría tan agradable que es de recomendarle que empleen la afirmación para curarse del mal humor y de la murria cuando les ataque.

jueves, 12 de junio de 2014

EL USO DE LAS PALABRAS CREADORAS “YO SOY” CONNY MÉNDEZ


Cuando un individuo piensa, siente, escribe o pronuncia las palabras “YO SOY”, inmediatamente despierta o alerta la atención de la energía vital en él y en todo lo que lo rodea. Parece que el Universo entero se detuviera ante esta señal, para proceder a manifestar, a darle forma a lo que viene después. ¿Por qué es esto? Porque las palabras YO SOY son sagradas. Porque son eso precisamente, la señal establecida desde siempre hasta siempre, para indicarle a la energía vital que ha llegado el momento de CREAR. Crear algo por voluntad del Hijo de Dios que somos cada uno de nosotros.
La Vida te obedecerá. Siempre ha obedecido al mandato, mental o audible, que está precedido de las palabras mágicas “YO SOY”. En Metafísica se dice que son el nombre de Dios Creador, y que por eso somos hechos a imagen y semejanza de Dios, ya que así se llama nuestro YO SUPERIOR. Él, nuestro YO SUPERIOR, es la Presencia de Dios en el sitio en que estamos. Y aquel que ya esté consciente de esto; aquel que emplee el YO SOY a sabiendas está con Dios. Por esto decimos que UNO CON DIOS ES LA MAYORÍA. Me refiero exactamente a que cuando una persona conoce ya el poder y el valor de este nombre, jamás lo usa para expresar un decreto negativo, una mentira, sino para hacer el Bien, para transformar una situación indeseable, para expresar la Verdad, y la Verdad es uno de los Aspectos de Dios.
Recuerden el Evangelio de San Juan, uno de los versículos más grandiosos de toda la Biblia, y el menos comprendido. Ahora lo van a ver claro: “En el principio era el Verbo; y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios. Todo fue hecho por él (el Verbo) y sin él nada ha sido hecho de lo que es hecho. En él estaba la vida... y el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros”.

El Verbo es “Ser”, Primera Persona. YO SOY. Ese Verbo es lo que llama el Logos Creador. El que lo usa a sabiendas del poder que encierra, está con Dios. Es Dios en el momento y sitio en que lo usa. Nada en el Universo se puede negar a cumplir el mandato. Por eso dice el versículo “Está con Dios, ES Dios”. 
Cuando lleguen a sus casas léanse todo el capítulo para que gocen comprendiendo.
No hay maestro más grande que la propia experiencia. Ustedes todos saben que cada vez que hacen un tratamiento; cada vez que han logrado un verdadero milagro, yo les he dicho “no vuelvas a mencionar el problema o la situación o enfermedad curada”. Los principiantes todos, al dar las gracias por el tratamiento, comienzan de nuevo a contar y comentar “porque usted no se imagina cómo era aquello...” y proceden a RECONSTRUIR los hechos que acabamos de desbaratar. ¡Gozan reconstruyendo! Esto les explicará el por qué de las recaídas, tanto en los problemas como en las enfermedades.
TIENEN que quitarse el hábito de volver a las andadas! Me van a decir lo mismo de siempre: “Pero es que es muy difícil quitarse un hábito!” ¿Y qué culpa tengo yo de que sea difícil? Claro que es difícil porque es eso mismo, un hábito, pero hay que quitárselo. Pero para acortarles camino voy a darles un lenitivo. Es más. Es la forma de impedir que el problema se ponga pero, pues si recuerdan bien, Jesús le decía a todo enfermo que Él curaba: “NO VUELVAS A PECAR, NO SEA QUE TU SITUACIÓN POSTERIOR SE HAGA PEOR QUE LA ANTERIOR”.
Cuando se ha logrado un magnífico resultado con la ayuda de una de las maestras, o de una de las discípulas ya conscientes, es porque ha habido todo un proceso muy bien construido por la persona consciente, ya que los principiantes están llenos de conceptos errados, llenos de ignorancia. Cuando ellos medio comprenden que sus propias palabras han destruido lo que se había ganado, proceden a tratar de volver a hacer aquel tratamiento
maravilloso, y la oración que expresan es más o menos la siguiente: “¡Ay Padre! No dejes que ese bandido desgraciado vuelva a hacer lo que tanto me hizo sufrir...”, o así “Ay Padre, no dejes que me vuelva la enfermedad que tantos años me tuvo así y así...”. Lo cual es resucitar el problema y echarle leña al fuego recordando resentimientos y rencores. La manifestación que esto trae es mucho peor de lo que era antes del primer tratamiento. 
El remedio que les doy es el siguiente para que no caigan en peores errores:
Cuando ustedes vean que el problema regresó después de haber estado resuelto, o la enfermedad después de haber sido curada o mejorada notablemente, ya saben qué es lo que ocurrió. Entonces digan la oración o afirmación siguiente, SIN REPETIRLA porque es tremenda mente poderosa: YO SOY LA RESURRECCIÓN Y LA VIDA DEL DECRETO CONSTRUCTIVO QUE HICE RESPECTO A ESTA SITUACIÓN, ME PERDONO ESTA RECAÍDA. YO SOY LA LEY DEL PERDÓN Y LA LLAMA TRASMUTA-DORA DE TODOS LOS ERRORES COMETIDOS POR MÍ Y POR TODA LA HUMANIDAD. GRACIAS PADRE QUE ME HAS OÍDO.

Y nunca les puedo repetir demasiado: Cuiden sus palabras. Cuiden sus decretos después de pronunciar el Santo y Mágico, poderosísimo YO SOY!
YO SOY LA RESURRECCIÓN Y LA VIDA DE TODA LA GLORIA Y EL BIEN QUE YO CONOCÍ JUNTO AL PADRE ANTES DE QUE ÉSTE MUNDO EXISTIERA.

miércoles, 11 de junio de 2014

RESPECTO AL ESPIRITISMO "CONNY MÉNDEZ"

Uno de ustedes me hizo una pregunta ¿Que por qué si ya fuimos espiritistas en vidas pasadas, si fuimos mediums, videntes, claroaudientes, si nos proyectábamos y desdoblábamos, por qué no conservamos la facultad ni recordamos nada de esto en la vida presente?
Respuesta: No siempre es así. Algunas personas conservan algo de la facultad psíquica, aunque no siempre en la misma forma en que se manifestó en una vida pasada, puesto que ella también va evolucionando. Por ejemplo, conozco a una persona que es médium de aporte. Esta es una de las facultades de mayor adelanto entre todas las facultades psíquicas. Esto significa que ella tuvo facultades en una vida anterior, o en varias, y en ésta se le desarrolló la facultad de aporte. Ella no recuerda ninguna otra ni es vidente ni claroauidente. Ahora, sabemos quién fue en su última encarnación y sabemos también que fue una gran clarovidente.
Otra razón por la cual no recordamos es que, o la empleamos mal y se nos castiga en esta encarnación, o bien se nos borra para que podamos evolucionar en otras vías y que no nos distraigamos. Las facultades psíquicas son una gran tentación para el que tiene una misión diferente que cumplir. El plano astral es de por sí muy absorbente, en algunos casos muy interesantes pero en otros casos torturante. Las personas que comienzan a desarrollar las facultades a veces pasan pruebas y experiencias terribles. La Cuarta Dimensión, por ejemplo agiganta y agudiza. De manera que si la persona está desarrollando la videncia ve formas gigantescas que se le vienen encima. Además, a los “detractores”, que es como se llaman los desencarnados que no tienen otra
distracción que la de embromar a los nuevos mediums, les encanta asustar, y hasta atemorizar. Se les presentan bajo formas espantosas, los persiguen y acosan, y así es que con la voz los desesperan con mil jugarretas, amenazas y tormentos.
Cuando una persona ha superado ya el plano de la Cuarta Dimensión, le borran las facultades psíquicas para que pueda evolucionar y adelantar en un plano superior. La Metafísica es un estudio científico que necesita paz y
concentración. Está bajo los auspicios del Rayo Verde. Por eso se llama “La Verdad”. 
Si estuviéramos sometidos a un tormento constante de desencarnados que no nos dejaran dormir con gritos y ladridos en el oído, dentro de la almohada, si de día nos persiguieran con molestias de toda índole, no podríamos estudiar ni practicar la Metafísica. Nos volveríamos locos, o suponiendo que ya no nos molestarían en esa forma, nos interrumpirían constantemente para pedirnos tratamiento, ayuda. 
No nos sería posible elevarnos a un estado de conciencia positiva porque nos mantendrían la atención ocupada en planos de negatividad. Por esto es que yo les digo que si están ustedes estudiando Metafísica en esta vida, significa que en las vidas pasadas ya superaron todas las sectas materialistas. (No crean que esto que acabo de decir es un absurdo).
Las religiones las hay materialistas como la Católica, que es eminentemente material. Ella no tiene la menor idea de los Principios Creadores como el Mentalismo, Correspondencia y Causa-Efecto.

lunes, 9 de junio de 2014

DICE SAN PABLO: “ORAR SIN CESAR” ¿QUÉ ES ESO?

SI NO TIENES TIEMPO PARA LA ORACIÓN, EL TRATAMIENTO Y LA MEDITACIÓN, O SEA, QUE SI NO TIENES TIEMPO PARA DEDICARTE A DIOS, ES PORQUE TODO TU TIEMPO ESTARÁ OCUPADO CON PROBLEMAS Y ENFERMEDADES. 
Esta es una manera sutil de decirte que todo el tiempo que le dediques a lo espiritual lo pasarás libre de todo lo que hoy te preocupa.
San Pablo dice en su primera epístola a los Tesalonicences: “Orad sin cesar”. Nosotros sabemos que él no quiso decir con esto que pasáramos la vida de rodillas y pasando el rosario. Nosotros sabemos que todo pensamiento, toda emoción, toda palabra que pronunciamos equivalen a las plegarias más sinceras; y que es el temor mental que mantenemos, lo que determina el carácter, malo o bueno, de lo que nos sucede. Todo el día y todos los días estamos orando. ¿Cómo? En mal o en bien.
Orad sin cesar significa que mantengamos nuestra mente y nuestra alma vibrando en plano alto. Ya ustedes todos saben que el positivo es de alta vibración. Que la Verdad espiritual es de altísima. Que pensar el Bien es
de la misma altísima vibración. Que la sonrisa, el canto, la alabanza y dar gracias con e sentido común, la calma en lugar de la nerviosidad, la caridad en lugar de la crítica, todas son expresiones de amor puro, y este es le estado de alta vibración que equivale a la más potente oración que se pueda hacer. Mantenerse en paz, contento y ecuánime, es orar sin cesar.
Ahora les diré el versículo completo de San Pablo. Dice así: “Estad siempre gozosos. Orad sin cesar. En todo dad gracias a Dios; porque esta es la voluntad de Dios en Cristo Jesús respecto de vosotros”. ¿No es asombroso cómo pudo ese gran metafísico que fue Pablo de Tarso resumir en tan pocas frases, íntegra la técnica de la oración científica? Es la ciencia de la vida en una cápsula: Estad siempre gozosos, orad sin cesar, en todo dad gracias a Dios, porque esa es la voluntad de Dios para vosotros. No se puede agregar una sola palabra más,
después que se conocen los “por qué” de estas recomendaciones. Yo he resumido aún más la enseñanza, sin que esto signifique que me quiero hacer aparecer más grande que Pablo de Tarso! No, pero una vez que ustedes han absorbido la Verdad detrás de la apariencia, yo les digo que basta con recordar las dos frases: “Estén siempre gozosos y en todo den gracias a Dios”, así es que ya todos ustedes saben lo que quiere decir: “Orad sin cesar”.
Voy a darles unos ejemplos sencillos y prácticos que si los adoptan tendrán la seguridad de estar orando sin cesar:
El primero es el saludo
1- El verbo saludar quiere decir “salud dar”, o dar salud. ¿Quieren ustedes algo más generoso, más desinteresado y más noble que el darle salud al amigo y al familiar, al verlo? Pero el saludo ha perdido todo su significado con la costumbre y la rutina. Se hace sólo como gesto de cortesía, por cumplir con la buena educación, o, si se saluda a algún conocido por la calle, es un signo de mero reconocimiento. El metafísico procede distinto. Hace una de dos cosas. O bien le pone intención al saludo, y junto con la sonrisa y el gesto piensa: “TE DOY SALUD”, o dice mentalmente: “SALUDO A TU CRISTO INTERIOR”, y no se limita únicamente a los amigos y los familiares. Se lo brinda a toda persona a quien se dirija, al chofer de taxi que lo conduce, a la vendedora en la tienda, a la foto que mira de paso en el periódico, al repartidor, al cobrador, al cajero del Banco, y muy en especial a los lisiados y a los pordioseros que encuentra a su paso por la calle. Estas insignificancias son dardos cargados de vibraciones de luz potente que le hacen más bien a quien los recibe, que la moneda casual, si es un pobre, o al pasar indiferente si es un conocido. Además, se devuelve en salud y amor.
Lo comprobarán ustedes al ver la atracción que ejercen y en la buena acogida que les muestran en todas partes.
Ya nunca más tendrán quejas de cómo han sido tratados por todos aquellos a quienes contacten, y les sorprenderán los elogios con que serán descritos; y es porque la buena voluntad tiene un imán irresistible.
NO BENDIGAN A TODO EL QUE VEAN. Jamás bendigan a los pasantes ni al vulgo. La bendición acumula aquello que es bendecido, y no es prueba de amor ni de sabiduría bendecir los efectos, pues se estará¡ aumentando y engrandeciendo también el cúmulo de errores, y de acuerdo con la ley del bumerang, estos correrán hacia aquel que les dan tan bella acogida, produciéndose una gran confusión mental. Hay que bendecir la verdad, el Hijo de Dios, o el Cristo interior (si es que te gusta más este término) cualquiera que sea la imagen del Ser perfecto que tú concibas, invócalo cuando se te ofrezca la ocasión; es el mismo tuyo que estás mirando en un espejo. Dios y el Hijo son uno mismo.
Si te es más fácil pensar que cada átomo de lo que estás viendo es sustancia divina, piénsalo así. Acepta tu propia inspiración. Es la tuya, la que te conviene; la que te ofrece tu Dios.
Dar salud, al saludar, es más que desear buen comportamiento para el cuerpo. Esto no sería sino dirigirse a los efectos. Se refiere a la salud espiritual, o sea, que es bendecir (o decir el Bien) a la mente y al alma; es desearle luz y Verdad al prójimo. Es ayudar a limpiar los errores del mundo. El mundo se encuentra mejor porque tú estás en él. “Buenos días, buenas tardes, buenas noches, gracias”, dicho con la intención que encierra (y que ha perdido de vista en el mundo), es ir repartiendo el Bien y la Gracia. Estas fluyen hasta donde termina el ciclo respectivo y refluyen multiplicadas hacia donde salieron, sea hacia ti.
Segunda forma de orar sin cesar:
Todos los días tienes cosas que hacer, deberes que cumplir, algunos te molestan, te fastidian, te son duros; otros son meras rutinas, otros te gustan, te son placenteros o interesantes, como sentarte a leer el periódico o
asistir a una fiesta, etc. Dedícalos. Tanto los agradables como los desagradables. Antes de comenzar di:
“DEDICO ESTO AL BIEN”, y si se te olvida hacerlo porque no has hecho aún la costumbre, y lo llegas a recordar cuando ya has comenzado y vas por la mitad, dedícalo de todas maneras. Te sorprenderá ver cómo los quehaceres pesados se te vuelven tan livianos que no los sientes: los gastos te serán verdaderos encantos; y lo más grande es que todas aquellas personas que están haciendo lo mismo que tú, en lugares distintos a ti, y que tú ni siquiera conoces, se benefician con las ondas de bondad que les estás enviando. Les haces la carga liviana, les comunicas tu buen humor, y este bien te bendice a ti.
Tercera forma de orar sin cesar:
De noche cuando te acuestes a dormir, que sea tu último pensamiento: “PERDONO A TODO EL QUE NECESITE MI PERDÓN, Y A MÍ MISMO. Y AUNQUE SÉ QUE EN EL PLANO ESPIRITUAL NO EXISTE NADA QUE PERDONAR, PERDONO PORQUE ASÍ TRANSFORMO LA IDEA DEL QUE CREE HACERME MAL: “INVITO A MIS GUÍAS INVISIBLES A UTILIZAR MI SUEÑO PARA YO HACER EL BIEN DONDE SEA OPORTUNO. GRACIAS PADRE”.
Sería muy extraño que no te durmieras al instante, pues los guías agradecen tu buena voluntad de ayudar, te cubren con vibraciones de paz y dulzura hasta que estés profundamente dormido. El cuerpo astral se sale al estar dormido del cuerpo material, y a veces viaja a largas distancias. El subconsciente lo cuida extremadamente y al iniciarse el menor peligro, el menor ruido, lo atrae hacia su materia a gran velocidad.
Esos sueños que se tienen a veces, de que se está cayendo verticalmente, ocurren siempre en el último instante antes de despertar, y son cuando el cuerpo astral está regresando a su materia. No se tarda ni segundos. No hay que alarmarse. Tampoco te ha costado nada la ayuda que has ofrecido y que los guías han aprovechado. SI SE RECUERDA HABER SOÑADO, Y EL SUEÑO ES COORDINADO Y MUY CLARO, HAY QUE ESCRIBIRLO AL DESPERTAR. Más tarde se olvidarán los detalles y es importante no perderlos porque la mayoría de las veces contienen mensajes del Maestro.
¿Has visto cómo se puede orar sin cesar y sin que interrumpa nada nuestra vida diaria? ¿Has visto cómo aprovechar todo lo que hasta ahora habías estado desperdiciando? Sólo así podrás darte el lujo de no asistir a las clases o conferencias que se te ofrecen con tanto amor; ya que el espíritu de la Verdad se encargará de instruirte; y aunque no acostumbro ni sugerir algo que contenga la más remota amenaza, es mi deber advertir que la frase aquella: “SON MUCHOS LOS LLAMADOS Y POCOS LOS ELEGIDOS” se refiere a aquellos que, teniendo la gran fortuna de encontrarse con la oportunidad de aprender la Verdad; de recortar el largo recorrido de su evolución; y que por descuido, o por preferir cosas de menor valor que el adelanto espiritual, desprecian este esfuerzo y no vuelven, son los llamados que no han sido elegidos”. No es por favoritismo que no han sido elegidos, ya que en el espíritu todos son herederos del Reino. Es porque, como dice la parábola del sembrador:
“La semilla que cae sobre la roca son los que cuando oyen, reciben la palabra con gozo, pero éstos no tienen raíces, los cuales por algún tiempo creen, y en tiempo de tentación se apartan”.
Cuando se deja perder la semilla, se pasan muchas vidas antes de que se vuelva a presentar la oportunidad; y cerramos con la frase de mi Maestro: “Si no encuentras tiempo que dedicarle a Dios, es porque todo tu tiempo estará dedicado a problemas y enfermedades”.

domingo, 8 de junio de 2014

MEDICINA ALÓPATA-PSICÓLOGA "CONNY MÉNDEZ"

Para nuestros efectos, aunque la Medicina tiene una gran variedad de ramas y ramificaciones, diremos que tiene dos grandes ramas: La General y la Especialización.
Diremos que la General estudia estrictamente al cuerpo humano, la anatomía y los males que se manifiestan en esa anatomía. Es pues un estudio de la materia normal, en estado saludable, y los estados anormales que se
manifiestan, junto con las medicinas que los curan.
La especialización entonces se limita a un solo sector como la psicoterapia, por ejemplo. Pero fíjense en que ningún médico alópata (que es la medicina corriente) cuando usted lo consulta por un dolor de estómago, por ejemplo, jamás pregunta si el enfermo es feliz en su hogar o en su trabajo, si tiene perturbaciones del ánimo por causa de personas que lo rodean y si tiene preocupaciones. Ahora es que se está comenzando a comprender que la úlcera estomacal es producida por los problemas que preocupan (porque hay problemas que interesan y no hacen sufrir). Ningún médico se interesa en saber si las condiciones de vida de un paciente son agradables o no, y como veremos luego, hay cantidad de enfermedades que no son otra cosa que incomodidad e infelicidad, desajuste con el medio en que se vive, inconformidad con una situación-ambiente.
El psicólogo y el siquiatra sí tratan de determinar si el enfermo está reaccionando a una condición exterior, luego hay cantidad de enfermedades que no son otra cosa, pero como nadie sale a consultar un siquiatra cuando tiene un dolor de estómago, lo que sucede por regla general es que el médico a quien se consulta se limita a averiguar cuál de las comidas no se digieren bien, y abre un librito que contiene los nombres de infinidad de remedios y para qué sirven. De allí copia una receta o regala una muestra. Si el paciente regresa a continuar recetándose porque no se le ha quitado el dolor, el médico entonces dice: “Ah, esto es una colitis”, o “una apendicitis crónica”.
Aconseja la operación, por supuesto, para la apendicitis, o recomienda una dieta estricta para la colitis, y el enfermo sigue lo mismo. ¡El enfermo se cura solo al fin! Ya veremos por qué.
En metafísica estudiamos el medio ambiente y los problemas del enfermo, y sabemos a qué se deben muchas de las enfermedades; sabemos que la colitis es psicosomática. Que los males del hígado, del estómago, de los intestinos también, y que el azúcar en la sangre es una complicación psíquica muy interesante y profunda.
Como nosotros sabemos que todo tiene su origen en la mente, podemos relacionar también los sucesos exteriores con los interiores, y viceversa.
Dios nos hizo para ser y estar felices. UN SER FELIZ JAMÁS ESTÁ ENFERMO. Lo mismo que un enfermo jamás es feliz.
Ustedes todos conocen el hecho de que al interrumpir el circuito del mal humor con una sonrisa, se cura el hígado. Desaparece la bilis. Está descrito en mi libro “Metafísica al Alcance de Todos”, pero vamos a recordarlo.
Cuando una persona sufre un desagrado y amarra la cara, como decimos, este gesto, que no es sino un pensamiento exteriorizado o actuado, tiene una influencia directa con la glándula pineal que es la glándula de la visión psíquica y astral. De allí baja la amarga vibración por el líquido cefalo-raquídeo en la columna vertebral, luego impregna el hígado, amarga y forma bilis, y esa bilis causa otra vez la expresión de desagrado en la cara,
como también el gusto de amargor con que la persona amanece. Es un círculo vicioso muy fácil de cortar. TODO LO QUE HAY QUE HACER ES SENTIRSE FELIZ. ¿Cómo se hace para sentirse feliz? Es fácil también, si se tiene voluntad.
Primeramente hay que sonreír. Obligadamente aunque no se sientan ganas. La primera sonrisa será indudablemente forzada, con las comisuras de los labios apuntando hacia abajo, pero el segundo esfuerzo será mejor. Ahora hay que comenzar a dar gracias en voz alta por todo lo que uno ve que posee. Desde un fósforo, la ropa, los muebles, los familiares, el sol si está brillando o la lluvia si está cayendo. Todo, absolutamente todo, representa un bien en su momento apropiado, y nos haría falta en un momento dado, si no lo tuviéramos, de manera que, pensando en esto, nos dan deseos de dar gracias, de agradecerlo a Dios. Ya está estamos pensando en Dios, sentimos gratitud, y esta combinación dulcifica el hígado. Se corta el circuito vicioso y se cura el mal.
Si todos siguiéramos esta práctica, jamás se nos perturbarían ni el hígado ni la vida.
Cuando se siente uno MUY afligido, para curar instantáneamente la aflicción hay que comenzar a declarar inmediatamente: “BENDIGO EL BIEN EN ESTA SITUACIÓN”. No hay forma más eficaz para hacer desaparecer toda aflicción, para impedir que se nos convierta en causa y efecto de un mal mayor, y para evitar formar karmas, ya que como ustedes saben, LA BENDICIÓN AUMENTA EL BIEN QUE SE BENDICE, TRANSFORMA EL MAL EN BIEN, Y ES VER A DIOS ALLÍ DONDE APARENTA ESTAR EL MAL. ¡Es la más perfecta expresión de fe! No hay mal que se pueda resistir a la bendición del Bien que se esté ocultando tras de una apariencia de mal. Pruébenlo y verán cómo se transforma el mal en bien y se cura toda aflicción.
La colitis y los males intestinales son resultados nerviosos de los temores y desagrados que se estén experimentando en la vida diaria, en el hogar o en el trabajo. Muy sorpresivamente la diarrea a veces es ocasionada por demasiado estudio de las cosas espirituales. Parecería que lo espiritual lógicamente debería curar automáticamente lo que ande mal ¿Verdad? pero si la persona mezcla su pensamiento negativo, pesimista y doloroso con sus súplicas a Dios, está creando un disparate. Está formándose una figura errada de Dios. Lo que formó es un dios (con minúscula) doloroso y purgativo, pero no de misericordia. Muchas veces los principiantes encuentran que después de las primeras lecciones de metafísica se les “afloja” el estómago. Ellos no relacionan esto con las lecciones, por supuesto, pero es ocasionado porque han recibido mucho material nuevo, muchas ideas a la vez, y el organismo se defiende eliminando todo lo que no se ha podido asimilar, y se va por los intestinos.
Tenemos cuatro cuerpos inferiores. El cuerpo emocional, el cuerpo mental, el cuerpo etérico y el cuerpo físico.
CUERPO ETÉRICO: Es el depósito de todos los recuerdos de todas nuestras vidas.
Por supuesto que si en vidas pasadas hay impresiones tan grandes, experiencias tan destacadas o que han durado mucho tiempo, estaremos muy influenciados por esas impresiones, y todo lo que nos ocurre lo “teñimos” como quien dice, con el color de esa experiencia o esa convicción destacada. Por ejemplo, conozco a una señora que pasó muchas vidas, y si no varias, por lo menos una vida entera y muy reciente, siendo profundamente católica, y en la época victoriana en que todo era melodrama. Las novelas, las comedias, etc. Ella ha traído pues a esta vida, una costumbre muy arraigada de convertir todo en melodrama, y todo lo religioso en doloroso. Para ella la figura de Cristo está representada por el Crucificado y la Madre Dolorosa a los pies. Hasta la risa de ella es con las cejas en acento circunflejo. Por supuesto aunque ella desea ardientemente ser feliz, no lo puede porque su cuerpo etérico la doblega en el sentido del dolor. Es el caso de que goza con el dolor porque es donde ella se siente más cómoda, más en casa, más familiar ¿comprenden? Además del cuerpo etérico deforme, tiene el cuerpo emocional muy grande, muy descontrolado, lo cual la hace excesivamente emotiva. Le costará mucho aceptar la nueva ola metafísica que va alienando los cuatro cuerpos en un solo molde para funcionar en armonía y ordenadamente.
Respecto al azúcar en la sangre, o lo que comúnmente se dice “diabetes”, pasen revista en su mente por todos lo que sufren de ese mal y recordarán que por regla general, todos son de carácter dulce. 
Las condiciones externas, contrarias a su modo de ser, los afectan enormemente. Al principio se encuentran impedidos de reaccionar. No pueden dejarse ir en protestas ni explotar en ira porque es contrario a su ser innato. A ellos les haría mucho bien poder defenderse con una explosión de palabras, pero no lo logran por su dulzura original.
Entonces esa dulzura se agria, se acumula y tiene que desahogarse por alguna parte. El coma diabético es la incapacidad de soportar más la carga de dulzura envenenada, que se manifiesta en azúcar por cantidades superiores a lo habitual, pues ya una vez formado el círculo vicioso, es la defensa que adopta el organismo.
Defensa relativa, por supuesto, ya que esta forma de defensa mata también, pero el caso es que por incapacidad de reaccionar en lo exterior, se reacciona a costas del interior. ¿Quién chupa el exceso? La sangre.
Yo conocí a un psicoanalista que recomendó a un paciente tener siempre a mano veinte platos de loza para que cuando tuviera un desagrado los rompiera lanzándolos contra una pared. Indudablemente lo hizo para que ese paciente no se reprimiera. Seguramente que tenía tendencia a ser introvertido. Pero eso sería un buen remedio para los diabéticos.
Voy a terminar contándoles un caso que tuve recientemente. Tomé una muchacha para servicio de adentro. La chica venía precedida con el diagnóstico médico de apendicitis crónica. La operación no era urgente, pero había que operarla algún día, decía el médico. A los tres días de estar en mi casa le dio el dolor. Yo decidí comprobar primero si era o no del apéndice o si era, como yo sospechaba, resultados del ambiente de la casa que ella había dejado. Era una casa donde no había paz, donde nada de lo que se hiciera resultaba bien hecho porque una anciana enferma mantenía aquello en hervidero. A la chica le daba el dolor con vómitos. Esto es clásico de la
apendicitis, como también es típico de los disgustos. Podía ser una cosa u otra, pero yo no me iba a dejar influenciar por el diagnóstico. Le di tres pastillas de menta y dije: “Chúpate una ahora mismo. Dentro de media hora te chupas otra, y a la tercera media hora te chupas la tercera”. Se le pasó el dolor y yo entonces aproveché y le dije: “Mejor es que no te repita ese dolor porque mi convenio con la señora que te mandó a mí fue que si te repetía el dolor yo te devolvería a ella y tendrías que seguir trabajando donde estabas. Además, voy a darte la buena noticia de que no tienes apendicitis crónica. Lo que tienes es un dolor nervioso por los disgustos, que tenías constantemente, y como aquí no tienes disgustos no hay razón para que tengas ese dolor. ¿Estás feliz conmigo? Sí, señora. ¿Estás en paz? Sí, señora. ¿Tienes todo lo que quieres? Sí, señora. Muy bien, entonces ya se acabó ese dolor”. Y así fue. Esto me lo inspiró José Gregorio Hernández porque yo se la encomendé a él.
Como él es protector mío, le dije que si había que operarla, lo hiciera él.

LA MUERTE "CONNY MÉNDEZ"

Cuando una madre ve a su hijo agonizando, o cuando muere un niño pequeño, o cuando desaparece un padre o una madre, dejando una familia entera sin sostén, sin apoyo, viene alguien y por todo consuelo le dice a los adoloridos: “Esta es una prueba que manda Dios. Hay que resignarse ante la voluntad del Padre”. Ya tú sabes que ésas son blasfemias que indican fe en el mal y creencia en un Dios cruel, inventado por la mente de los hombres.
Primeramente, ya saben ustedes que la muerte no existe, sólo se está cambiando de modo de vivir. Es sólo una de tantas miles de mudanzas que efectúa el ser humano en el proceso de su evolución.
Cuando la familia crece, la casa resulta pequeña, y se mudan para una más grande. Cuando un par de zapatos se pone inservible, se dejan y se usan otros nuevos. Ya aquella casa y aquellos zapatos cumplieron su misión: y esto es la muerte. El término de una misión.
No me dirán ustedes que un niño muere porque se vuelve inservible o porque ha aprendido lo que vino a aprender. No me dirán que un joven de 24 años está usado, gastado, viejo y que no sirve; ahora es que comienza su misión.
La voluntad de Dios es que el ser humano termine de cumplir su misión y que llegue a término gozando de todas sus facultades, fuerte y sano. Ni a Dios ni al hombre le es de ninguna ventaja que uno desperdicie una gran parte de su estancia en la Tierra, sordo, medio ciego, feo, en ese estado innecesariamente desagradable que se llama “la vejez” o “senilidad”. Dios tampoco quiere que se tronche, se interrumpa o se malogre el propósito de una vida.
Habrán notado ustedes que cuando desaparece una persona muy anciana, nadie se hunde en la desesperación. Aquella muerte no produce sino una emoción dulce, cariñosa, acompañada hasta de una sonrisa tierna, los hijos del que se va tienen sus vidas desbordantes con sus propios intereses, apenas sienten nostalgia por el viejecito o la viejecita; y al terminar de enterrarlo todo el mundo reanuda su vida sin mayor conmoción. Ese es el ideal. Esa sí es la voluntad de Dios; que los seres queridos se separen sin desgarramiento, sin sensación de terrible vacío, y que sólo queden recuerdos gratos, además de ciertos contentos de que el que se fue pasó a mejor vida.
En lugar de desperdiciar poder y energía, temiendo que muera un hijo, una madre o esposo (y que es la manera más segura de verlo suceder) hay que emplear esa energía en decir: “PUES YO NO QUIERO QUE MUERA NINGUNO DE LOS MÍOS HASTA QUE TERMINE DE CUMPLIR SU MISIÓN”. HÁGASE LA
VOLUNTAD DE DIOS, GRACIAS PADRE, QUE YA ME HAS OÍDO”.
Y cada vez que la idea se ofrezca a la mente, decirle: “NO, GRACIAS, NO TE NECESITO. CONOZCO LA VERDAD”, como quien despide a un vendedor inoportuno que llega a la puerta.
Este es el conocimiento de la Verdad que libera, es lo que se llama “Fe”.
Ya ves tú por qué muere a destiempo un ser, y por qué no puede morir si alguno de los que lo rodean tiene fe.
Si logra entrar un metafísico al cuarto del enfermo, las vibraciones positivas de su pensamiento cambian la polaridad negativa que impera en la habitación; porque la luz siempre domina la oscuridad; porque el positivo
domina al negativo; porque el Bien domina al mal; porque la verdad desvirtúa la mentira. Él sabe que aquella vida es valiosa y que Dios no quiere que sea tronchada. Lo primero que hace es recordar las palabras que nos dejó Jesús: “Toda autoridad me ha sido dada en el cielo y en la tierra” y con la fe del que conoce la Verdad, lo declara y el enfermo se cura.
Ustedes preguntarán lo que preguntan todos los principiantes: ¿Y si tiene una enfermedad incurable? ¿Y si ha sufrido un accidente que le ha dañado un órgano vital? ¿Y si no sobrevive a lo que se le haga?
Primeramente, aún la religión ha enseñado hasta la saciedad que “para Dios no hay nada imposible”. Esto ha de tomarse en serio, quiero decir textualmente, que para el poder espiritual un órgano destruido o un mal de los llamados “incurables” representan obstáculos únicamente para los humanos. Son menos que nada para la Vida.
Ella es indestructible, y está previsto que ella se repara ella misma, si las mentes humanas no le cierran el paso con sus falsas creencias.
El polo negativo también es de Dios; todo es de Dios. Contra el libre albedrío no actúa ni Dios mismo; y si tú prefieres situarte en el polo negativo tendrás todo lo que a él pertenece.
 Al polo positivo pertenece la sonrisa. Al negativo pertenece el ceño fruncido. Si quieres cambiar de polo en plena manifestación negativa, sonríe, declara el Bien presente, bendícelo y dile al negativo “NO TE QUIERO VER”. Eso es todo, y verás transformarse lo negro en blanco, lo triste en alegre, el mal en bien. Pruébalo.
En la mayoría de los “milagros” que hacía Jesús le decía al paciente: “tu fe te ha salvado” y lo demostraba, desde sanar una llaga, movilizar a un paralítico, dar la vista a un ciego, y por último, resucitar muertos. No ya órganos destruidos o males que sean“incurables”, sino muertos, muertos, muertos, ya en la tumba malolientes, como Lázaro. Manifestando así, que para la fe no existe lo “imposible”.
Los discípulos le preguntaban a Jesús lo mismo que preguntan ustedes a veces: “¿Por qué no se me dio tal y cual cosa cuando yo hice todo lo que tú me dijiste que hiciera?”. Y él les respondía: “Por vuestra poca fe”. Nunca dijo que porque él era el Hijo de Dios y los demás no; sino lo contrario. Dijo: “SOIS DIOSES”, Y DE CIERTO OS DIGO QUE SI TUVIÉREIS FE COMO UN GRANO DE MOSTAZA DIRÉIS A ESE MONTE, PÁSATE DE AQUÍ ALLÁ Y SE PASARÁ. Y NADA OS SERÁ IMPOSIBLE”.
Tampoco regañaba a nadie por no tener fe, porque él sabía que la fe viene con el conocimiento. Les explicó por qué no podían hacer los milagros que él hacía; y les dijo:
“TODAS ESTAS COSAS QUE YO HAGO, LAS HARÉIS VOSOTROS TAMBIÉN, Y COSAS MAYORES AÚN”.
No sé qué otra interpretación se le puede dar a algo tan categórico y tan claro.
Jesús enseñaba metafísica. La prueba es que todo el que estudia metafísica hace “milagros” como Jesús.
Ahora dirán ustedes que muchas veces se manifiestan milagros a personas que no conocen un ápice de metafísica. ¡Claro está! No se necesita sino tener fe. Esa fe que llaman “ciega” y que sin embargo produce resultados, es simplemente que el paciente sitúa su pensamiento en Dios o en alguna entidad, en un santo, o en el Cristo, o en el plano espiritual; y al mismo tiempo siente la confianza que ha puesto en él. Confía, su ansiedad se relaja. Calla y espera.
Te he visto y te he escuchado innumerables veces protestar “¡pero si yo estaba seguro, segurísimo de que esto me iba a resultar, y nada!” ¿Seguro? Segurísimo. ¿Con los músculos tensos? ¿Contándole a todo el que se te
acerque el mal que estás segurísimo de curar? La diferencia es sutil pero creo que me habrás comprendido.
Cada vez que Jesús sanaba a alguno le decía: “Vete y no se lo digas a nadie”. Esto no era por modestia, sino porque formaba parte de la técnica. El pollito no revienta su cáscara hasta que está completo, con plumas y todo.
Tú no sacas una gelatina de su molde hasta que está firme. “Cómo es abajo es arriba”.
Toda creación atraviesa siete etapas antes de manifestarse en lo exterior. Estas etapas son a veces recorridas en un centésimo de segundo, dependiendo del poder espiritual del que las ejecuta. Si su comprensión y sus conocimientos son grandes como en Jesús, la manifestación es instantánea y significa que las siete etapas se sucedieron con velocidad atómica; pero si es un principiante en la ciencia espiritual, las etapas toman, a veces, hasta años en cumplirse.
Las palabras son pensamientos hablados. Son vibración de sonido, por la vía de ellas se dispersa la energía, y en este caso, se le resta impulso a la manifestación. Los estudiantes o principiantes deben frenar el deseo de
comentar los “tratamientos” que estén haciendo; los que piensen hacer y los que acaban de hacer; hasta que la demostración esté muy segura, muy firme.
En el hebreo antiguo, se le decía “El Sabát” a la última etapa creadora (cuando surge una demostración y se sabe que el trabajo ha terminado). Esa palabra dio origen a nuestro “Sábado”. En la Biblia, desde Génesis hasta San Juan, dice que en el Sabát cesa todo trabajo. La creación está descrita como habiendo ocurrido en siete días (o sea las siete etapas que he mencionado más arriba) y que en el “Sabát” Dios descansó de su obra, o sea en el séptimo día. 

La psicoterapia está descubriendo lo que la metafísica conoce desde siempre: la relación que hay entre las ideas de los humanos y sus males físicos. Aún la medicina general tan reacia a reconocer lo mental-espiritual, ha llegado a ver en las preocupaciones, la causa de la úlcera y los infartos. No tardará mucho en descubrir que los resentimientos y el remordimiento son cultivos que producen cáncer.
Los sentimientos reprimidos por temor de pecar o de ofender, así como la conciencia de culpabilidad, causan parálisis, artritis y alergias. La materia es la esponja que absorbe todo lo que el hombre no desea que salga al exterior.
Hay un tipo de sentimiento que es demasiado fuerte y violento para que ninguna materia humana lo pueda soportar, y es lo que llamamos el “negativo abstracto”. Por ejemplo: el odio desenfrenado de una raza contra otra; de una nación hacia otra, etc. A veces se desahoga por medio de una guerra y ambos lados se destrozan, se empobrecen; pero mientras tanto, hay “mala sangre” que tiene que buscar una salida; que no puede materializarse en la sutil y refinada contextura del cuerpo humano porque pertenece a una región inferior, y que encuentra por fin su asilo en formas inferiores: en las bestias salvajes, el león, el tigre, las serpientes venenosas, los insectos ponzoñosos, las espinas dañinas de ciertas plantas, y bajo tierra!
Por contra, hay sentimientos y pensamientos tan elevados, tan espirituales y bellos que tampoco encuentran formas en la materia por ser ésta grosera en comparación; y que planean, como quien dice, siempre a la orden de quienes las han creado. Este, el “positivo abstracto” se encarna con todo lo bello que encuentra; en los copos de nieve con sus formas geométricas, en las flores, perfumes, etc.; hasta donde lo soporte la vibración material.
Ahora, no hay ser humano algo adelantado que no se haya extasiado, aunque no sea sino una vez, ante un paisaje, una puesta de sol, un cuadro evocador, una bella flor, un niño, un rostro amado, un poema, una música, un color, o un pensamiento leído. Estas emociones con sus pensamientos acompañantes son puros, sin malicia, desinteresados, hechos de sensibilidad y de amor. No hay nada en el plano físico que los pueda encarnar; sin embargo son “creaciones” de los hombres y toman forma viviente. Se convierten en entidades poderosas. A estas entidades bellas, luminosas, potentes, las llamamos “ángeles”, y hay seres humanos que poseen legiones que están al mandar de sus dueños y creadores.
A éstos se refería Jesús, cuando dijo: “Haceos tesoros en los cielos, que no se agoten, donde ladrón no llega ni la polilla destruye. (Ver el Derecho de conciencia en el Mandamiento “No robarás”).
¿Has oído decir “las plegarias de las madres llegan al trono de Dios”? La gente considera que ésta es sólo una forma poética. No significa lo que expresa. Es decir que cuando el amor de una madre es desinteresado, sin egoísmo, ellas viven produciendo formas angélicas y dirigiéndolas hacia el objeto de su ternura. Cuando su cariño está impregnado de temor y angustia, la forma ya no es angélica sino distorsionada. A veces se torna diabólica y produce lo que ella teme. El niño se enferma, sufre accidentes y también muere prematuramente. La pobre no sabe y cree que es la voluntad de Dios. Ella sufre sus torturas resignada, y de allí que el símbolo humano de la madre es María con su hijo muerto en sus brazos, y el nombre de María significa “MAR” (amargo).
Nada de esto es necesario: No representa la Verdad. Para proteger a quien sea contra nuestros propios conceptos y falsas promesas, los metafísicos hacemos tratamientos en los términos siguientes:
“DE ACUERDO CON LA VOLUNTAD DE DIOS, YO NO QUIERO QUE NINGUNO DE MIS SERES QUERIDOS SUFRA ENFERMEDADES, IN-ARMONÍAS, ACCIDENTES, NI QUE MUERA ANTES DE HABER CUMPLIDO SU COMETIDO EN ESTE MUNDO”; por lo tanto no habremos nunca de sufrir, ni ellos por mi desaparición, ni yo por la de ellos. Esa es la Ley de Dios y yo me amoldo voluntariamente a ella. Gracias Padre por tu grandeza”. Si te sientes capaz de entender tu pensamiento para incluir a otros que no sean de tu círculo familiar inmediato, mejor.
De ahora en adelante no tendrás que temer jamás el dolor de la muerte, ni tuya ni ajena. Por lo general, la gente rechaza violentamente, o con terror, una idea de muerte. Esto es contraproducente. Cuando la idea se ofrezca, o sea, que se presenta a la mente, todo lo que hay que hacer es decirle con toda calma pero con firmeza: “NO, GRACIAS. NO ME ERES NECESARIA. CONOZCO LA VERDAD”, y luego proceder a pensar en otra cosa.
La idea que viene así sin provocación, no es tuya. Es un pensamiento ajeno que flota, que entra y sale, o que pasa a través de ti, porque la errónea interpretación de la muerte está tan generalizada y es tan antigua, que toda
la raza está paralizada en esa idea. Por esto dijo Jesús: “El último enemigo a vencer es la muerte”, o sea, la idea de la muerte. Nadie quiere morir. Le tienen miedo, y por lo mismo mueren antes de tiempo. La vida ha sido recortada por el temor; de novecientos años que vivieron los patriarcas, a noventa que es el lapso que se vive hoy. Raros son los casos de cien años o más. Estos son de temperamento plácido.
Tenemos el derecho inviolable de conservar todas nuestras facultades y todos nuestros órganos intactos, tanto tiempo como nos sean necesarios; y como en todo momento nos son necesarios mientras vivamos en un cuerpo físico, tienen que servirnos al máximun de capacidad hasta el mismo momento en que pasamos al plano incorpóreo.
NO ES VERDAD que haya que perder vehículos e instrumentos tan indispensables como los dientes, el oído, la vista, los pies, las manos, los órganos vitales, en fin, todo el equipo humano. Este es un universo inteligente y no sería inteligente fabricar un automóvil sin ruedas, un televisor sin pantalla, un teléfono sin bocina, etc., etc.
“Como es abajo es arriba”. De ahora en adelante cada vez que tu anatomía quiera manifestar algún desperfecto: así como cada vez que te venga una de esas ideas erradas de temor a perder o dañársete una facultad dirás cortesmente, pero con firmeza:
“NO. NADA DE ESO. NO QUIERO. TÚ EXISTES PARA MI CONVENIENCIA, PARA SERVIRME, Y DIOS NO HACE UNA IDEA IMCOMPLETA. GRACIAS, NO LO NECESITO, NO ME SIRVE PARA NADA UNA IDEA TAN ABSURDA”.
Este pequeño regaño no va, sino para tu propia conciencia, tu subconsciente, al cual le diste en el pasado una orden que él está cumpliendo; pues la materia no tiene ni voz ni voto. Ella no sabe nada. Es únicamente un vehículo, una cosa.
No hay por eso que despreciar ninguno de los canales que nos proporciona el espíritu divino. LA MEDICINA ES UN CANAL Y UN RECURSO PREVISTO PARA AQUELLOS QUE DESCONOCEN LA VERDAD. Si tu fe no se ha establecido aún, debes aprovechar con todas las ventajas y todas las armas que tienes a la mano. Al mismo tiempo, como la materia y el espíritu no se pueden divorciar, hay elementos materiales que el espíritu utiliza en un momento dado, como hay elementos espirituales que la materia recibe con ventaja. Me refiero a que hay vibraciones que cambian el orden químico en una sustancia, y sustancias químicas que emanan radiaciones especiales. Después de hecho un tratamiento espiritual, viene a veces un impulso de echar mano a un proceso estrictamente físico. Hay que obedecerlo. Es una inspiración. La inteligencia divina sabe lo que hace. Verás cómo utiliza el espíritu sus vehículos materiales. Es a veces asombroso. Pero nos demuestra una vez más que Dios no está, como se ha creído, separado de su Creación, sino íntimamente ligado y compenetrándola toda.
Utiliza todos los canales de Dios. Todos. Cuando utilices un canal físico, digamos un médico, un proceso, una pastilla de aspirina, o lo que sea, bendice el canal. Así aumentas el bien que contiene para tí y para otros. Así estarás practicando la Presencia de Dios, pues Dios es el Bien. Utiliza a tus ángeles. Puede que tengas legiones.
Están para servirte. Su naturaleza es vida, amor y bien.
A todo el que quieras ver protegido, “PONLE UN ÁNGEL”. Cuando te acuestes a dormir pon un ángel en cada puerta y en cada ventana. Jamás podrá acercarse alguno que lleve intenciones negativas. Si lo logra sentirá un desgano súbito y se alejará rápidamente, porque las vibraciones potentísimas del bien dominan las del mal como la luz ilumina a la oscuridad. Cuando salgas dejando tu casa sola rodéala de ángeles. Sienta un ángel al lado del chofer que te lleva o que lleva a tus seres queridos. Esto es el amor en acción. Pruébalo una sola vez y quedarás para siempre convencido.
Con todo esto te habrás dado cuenta de que la muerte no es sino un renacer. Es continuación de Vida.
Para cerrar quiero bendecirte con esta afirmación: No hay en tu vida sino una sola presencia, un solo Poder. “Dios”, el Bien Omnipotente.

jueves, 5 de junio de 2014

LA VIDA CONNY MËNDEZ


Uno de los aspectos de Dios, o de “aquello que llamamos Dios”, es Vida. Dios es Vida; entre tantas otras cosas, Dios es nuestra vida y la de todo lo que existe.
La vida toda es una sola, la tuya, la mía, la de la planta, el insecto, el ave, etc. Nos pertenece individualmente.
Es una inmensa vida en la cual estamos nosotros flotando. Somos cada uno una esponja en un océano de vida.
Estamos acostumbrados a pensar que cada uno aisladamente posee una cantidad de vida, y que ésta, como el agua en un pocito, rodeado de tierra, se va evaporando y secando, y que le puede caer sucio o algo que le infecte y le contamine. No. A ella, a ese manantial inmenso, inagotable e indestructible, no le puede ocurrir absolutamente nada. Ella no puede morir. Es un chorreón de energía que fluye a través de nosotros, que nos penetra y que por lo tanto, nos mantiene vivientes, o sea que nosotros somos seres vivientes porque estamos en ella.
Como la raza íntegra cree que el ser humano es un pocito de vida separado y aislado, que es susceptible a la enfermedad, al desgaste por los años, y a la muerte, toda la raza manifiesta esa creencia; pero cuando se borre esa opinión, a fuerza de negarla y afirmar la Verdad, dejarán de enfermarse, de envejecer y de morir. Mientras más se piense y se medite la verdad, más pronto se librará el ser humano de esas falsas creencias, porque la verdad es acumulativa; “Conoced la verdad y ella os hará libres”, dijo Jesús, y también dijo: “El reino de los cielos es semejante a la levadura, que una mujer tomó y escondió en tres medidas de harina, hasta que todo fue leudado”. Más claro no puede estar. El reino de los cielos no es aquello que nos han ofrecido para otro plano si nos portamos bien. (Es el estado de dicha, armonía y adelanto que estamos buscando aquí). Esta meditación que les está aclarando algo que ustedes no conocían; que les está removiendo células que estaban dormidas, es la levadura a que Jesús se refiere. Esta verdad que escuchan hoy continuará trabajando en ustedes, hasta que un día de pronto se les ilumina la idea como un sol. Porque habrá leudado toda la masa.
Estamos habituados y tan endurecidos por la costumbre, a vernos los unos a los otros, que no nos asombra el milagro que representa un personaje que habla, piensa, se mueve, oye y vive solo por sí mismo, sin ningún cable que lo conecte a una corriente eléctrica; sin que esté sembrado en la tierra; ¿y ese otro milagro que ocurre a cada minuto?, un niño que al ser separado de la madre que le comunica su vida, continúa viviendo. Y nada de esto nos llama la atención. Sí nos debería provocar todo esto constante asombro y contemplación. ¿Qué es eso? ¿Cómo es eso? ¿O es que ustedes creen que esa maravilla, ese milagro lo hacen la taza de café con leche? La comida y el comer son resabios que nos quedan del reino animal, son instintos animales. Como éstos no piensan ni reaccionan aún, no tienen intuición sino instinto. Aún los rige la célula aquella primitiva que era un estómago, o deseo rudimentario. Ellos obedecen ciegamente al Principio de Generación y a la ley de evolución que ordena la combinación de los elementos y la alteración paulatina de vibraciones.
El hombre ya es pensante, racional e intuitivo. Sus vibraciones se intensifican al pensar en las más altas. Al escuchar, comprender y aceptar la verdad de todas las cosas, acelera su frecuencia y por supuesto se eleva de plano. La meditación, como es pensar profunda y determinadamente en estos altos conceptos, adelanta al ser rápidamente. Por eso los estoy haciendo meditar.
Nosotros somos hijos de Dios, hechos de su propia sustancia. Somos esponjas en un océano de Vida. No necesitamos alimento exterior. Cuando nos compenetramos bien de esta verdad y que la hayamos realizado, nos encontramos comiendo menos y menos, automáticamente, sin hacer ningún esfuerzo ni sacrificio. La levadura de la verdad habrá penetrado toda la masa; las células del cuerpo estarán vibrando a altas frecuencias. La vida es ella misma alimento. Ella es salud, energía, belleza. Es vida.
¿Han oído hablar de Teresa Neumann? ¿La mujer alemana que manifestó todo esto en esta nuestra era? Pasó para el otro plano hace unos cuantos años. No conozco los pormenores de su traspaso, pero deben ser muy interesantes y significativos, aunque todavía estaba imbuida de conceptos bastante oscuros.
Un día dejó de comer y beber, y así vivió unos cuarenta y cinco años, o hasta que se fue de este plano. Durante varios años estuvo constantemente vigilada por fiscales del gobierno alemán para comprobar esta verdad.
A mí me tocó hacer el reportaje para una revista y tuve que investigar todo lo que se publicaba sobre ella. Sus fotos eran de una muchacha gorda, llena de salud y energías; una granjera que ordeñaba vacas, sembraba y recogía las cosechas, manejando el pico y la escardilla a cual mejor.
Tenía una manifestación muy original y era que los viernes de Semana Santa se le abrían las heridas de Cristo en las manos y en los pies. Más tarde llegó a conservarlas abiertas siempre. No se le infectaban y jamás volvió a probar una gota de agua ni un bocado de comida alguno. El gobierno alemán lo comprobó.
En la Biblia las palabras comer y beber significan “meditar y pensar”. Beber, o pensar, es la cosa fluida, líquida, que no hay que mascarla. Comer o meditar, es detenido, profundamente mascullado y digerido. “El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna, y yo le resucitaré el día postrero. Porque mi carne es verdadera comida y mi sangre es verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre, en mí mora y yo en él... Este es el pan que descendió del cielo... el que come este pan vivirá eternamente.
Dios es vida, El hijo de Dios es esa misma vida. Pensar, meditar en la verdad de Dios, es comer de ese pan, es apropiar esa verdad.
Apropiar es aceptar, creer, ya ustedes saben que lo que uno sabe lo manifiesta.Medita pues sobre la vida en los términos que te he dado. Dios es Vida, la tuya, la mía, la de todos (somos esponjas en un Océano de Vida). La Vida no necesita alimentarse del exterior. ¿Qué cosa podría comunicarle vida a la Vida misma, si ella es la dadora de Vida?