Mente-Cuerpo
Amor es Salud
La técnica de coherencia cardiaca
reduce el estrés y promueve el bienestar.
Las emociones positivas regulan el
funcionamiento del organismo entero a través del corazón.
Por Manu Corral
La vida depende del latido del corazón. Pero no es lo único que debemos
saber. El latido tiene cualidades de las que depende nuestro bienestar.
Hablamos de algo más que el número de latidos por minuto.
Las investigaciones llevadas a cabo en el Institute HeartMath de
California (Estados Unidos) han probado que la Variabilidad del Pulso
Cardiaco (VPC), que expresa las variaciones en el tiempo
que transcurre entre un latido y otro, es un indicador del estrés,
pero lo más interesante es que las emociones positivas -no solo la relajación–
son los mejores instrumentos para conseguir la "coherencia
cardiaca".
En el HearthMath han descubiertos las siguientes equivalencias: AMOR =
COHERENCIA CARDIACA = BIENESTAR Y SALUD
No es una creencia de la nueva era sin fundamento. Los estudios que
un grupo de científicos californianos viene desarrollando desde hace
15 años demuestran que las emociones son mucho más rápidas y poderosas que
los pensamientos, y sugieren que el corazón, como órgano condicionado por
las emociones, es más importante que el cerebro en el mantenimiento de la
salud.
Muchas personas saben por experiencia que cuando están enamoradas resultan
prácticamente invulnerables ante las enfermedades en general. Hasta
ahora la ciencia explicaba este fenómeno aludiendo a las conexiones entre
los sistemas nervioso e inmunitario. Sin embargo, las variaciones en
el ritmo cardiaco parecen seguir un patrón propio y directamente condicionado
por las emociones.
Si nos concentramos en recuerdos agradables, podemos sincronizar
correctamente el ritmo del corazón en unos segundos. Como consecuencia,
aumenta la segregación de hormonas del bienestar, se reducen la frecuencia
cardiaca y la presión arterial y se potencia la actividad del sistema
inmunitario.
Beneficiarse de todo ello es tan sencillo como aprender una serie
de ejercicios que duran unos minutos.
Amplia utilidad
terapéutica
El método HeartMath, que ya se utiliza terapéuticamente en casos de
fallo cardiaco congestivo, diabetes, asma e hipertensión, tiene su origen
en las investigaciones de Doc Lew Childre. Con la ayuda de sensores
colocados en los dedos o en los oídos y pantallas donde aparece el
gráfico del ritmo cardiaco, ha podido demostrar como éste reacciona
a los diferentes sentimientos experimentados por una persona.
La VPC no es lo mismo que la frecuencia cardiaca. Esta indica la cantidad
de latidos en un tiempo dado, y la VPC es una medida mucho más precisa del
patrón que sigue el ritmo cardiaco. Éste depende de una red neuronal, una
especie de pequeño cerebro que se halla en el corazón y que fue
descubierta por Andrew Armour, de la Universidad Dalhousie (Canadá).
Es decir, el vínculo entre emociones y ritmo cardiaco tiene lugar
en el propio corazón. La transmisión de información sobre el ritmo va
del corazón al cerebro, no al revés.
Los investigadores Childre y McCraty han averiguado que ciertos
patrones rítmicos se corresponden con determinados estados emocionales. La
compasión y el amor producen un ritmo coherente; en cambio, el miedo
y la frustración dan lugar a ritmos incoherentes. Las alteraciones en el
ritmo se acompañan de otras reacciones químicas, eléctricas y
neurológicas.
Por esa razón, quienes experimentan con más frecuencia
emociones positivas tienen la capacidad de absorber mejor el
colesterol, muestran una presión arterial equilibrada y sus
probabilidades de sufrir arterioesclerosis o infartos son menores.
Además, producen más inmunoglobulina A, un agente que impulsa la función
inmunitaria.
Armonía total
Si nos concentramos en una emoción positiva, conseguimos una sincronía
entre el corazón, el cerebro y el sistema nervioso que se ha denominado
“coherencia
psicofisiológica”. Y eso es precisamente lo que se persigue en la
técnica Heart-Math, cuya gran ventaja es que son suficientes dos minutos de
práctica diaria
para que el ritmo cardiaco desorganizado y descontrolado se torne
coherente.
La utilidad terapéutica del método ha sido demostrada en la vida real. Una
investigación realizada con empleados de Motorola mostró que todos los
hipertensos redujeron su tensión arterial después de seis meses de
práctica diaria. Por otro lado, un estudio con empleados de
Unilever concluyó que la producción de melatonina aumentaba una media del
50% después de seis meses y el 90% tras nueve meses.
Y en el caso de los diabéticos, una hora de práctica a la semana
durante seis meses se ha evidenciado muy beneficiosa.
LA PRÁCTICA: Respirar
con actitud
“Respirar con actitud” es el
nombre del ejercicio diseñado en el Heart Math Institute que ayuda a
sincronizar corazón, mente y cuerpo. Se recomienda practicarlo cinco veces
al día.
1. Concéntrate en el corazón mientras inspiras y en el plexo solar, al espirar (bajo el esternón, donde las costillas de ambos lados se unen y forman una ”v”).
Respira así durante 30-50 segundos.
2. Pregúntate: “¿Cuál es la mejor actitud en la situación en la que me hallo?” Puede ser, por ejemplo, “permanecer en calma”, “tranquilizarme”o “no juzgar”.
3. Respira la actitud a través del corazón y del plexo solar como en el paso 1. Repite todas las veces que sea necesario hasta que esa actitud emocional se haya establecido realmente. Al principio, entre respiración y respiración, puedes repetir en voz alta “respiro sinceridad”, “respiro coraje”, “respiro tranquilidad” o “respiro gratitud”. Luego se continúa mentalmente.
Cuándo practicar
Al despertarse. La ansiedad, la ira, las preocupaciones o la tristeza madrugan y pueden condicionar todo el día. Conviene practicar la respiración de actitud inmediatamente después de haberse despertado. Puede hacerse en la ducha, mientras nos vestimos o de camino al trabajo.
Al tensionarse. La tensión física es síntoma de desequilibrio emocional. A menudo se acumula en el pecho y se sufren palpitaciones o falta de aliento. Algunas personas sienten dolor de cabeza o un nudo en el estómago.
1. Concéntrate en el corazón mientras inspiras y en el plexo solar, al espirar (bajo el esternón, donde las costillas de ambos lados se unen y forman una ”v”).
Respira así durante 30-50 segundos.
2. Pregúntate: “¿Cuál es la mejor actitud en la situación en la que me hallo?” Puede ser, por ejemplo, “permanecer en calma”, “tranquilizarme”o “no juzgar”.
3. Respira la actitud a través del corazón y del plexo solar como en el paso 1. Repite todas las veces que sea necesario hasta que esa actitud emocional se haya establecido realmente. Al principio, entre respiración y respiración, puedes repetir en voz alta “respiro sinceridad”, “respiro coraje”, “respiro tranquilidad” o “respiro gratitud”. Luego se continúa mentalmente.
Cuándo practicar
Al despertarse. La ansiedad, la ira, las preocupaciones o la tristeza madrugan y pueden condicionar todo el día. Conviene practicar la respiración de actitud inmediatamente después de haberse despertado. Puede hacerse en la ducha, mientras nos vestimos o de camino al trabajo.
Al tensionarse. La tensión física es síntoma de desequilibrio emocional. A menudo se acumula en el pecho y se sufren palpitaciones o falta de aliento. Algunas personas sienten dolor de cabeza o un nudo en el estómago.