Datos personales

Mi foto
El Sauzal, Tenerife, Spain
SISTEMA DE REIKI USUI, CRISTALOTERAPIA, AROMATERAPIA, ARMONIA BIOENERGÉTICA, FLORES DE BACH, MASAJE METAMORFICO, MASAJE AYURVÉDICO, MOXIBUSTIÓN Y TERAPIA CRANEO-SACRAL.

SÉ TAN FELIZ QUE TU MÚSICA INTERIOR, HAGA VIBRAR AL UNIVERSO

miércoles, 29 de enero de 2014

CAPÍTULO 8 “NO ROBARÁS” (Metafísica 4 en 1 Conny Méndez)

                           
 Y conoces el segundo aspecto, metafísico o superior, de este Mandamiento. No puedes robar. No podrás jamás.No lo intentes. No te molestes en soñarlo siquiera. Es imposible. NADIE TE PUEDE QUITAR ALGO QUE TE PERTENECE. Podrán intentarlo; podrán llegar a sustraer de tu persona o de tu casa algún objeto; y mientras tú ignoras la ley, y por lo tanto crees que te pueden robar, el objeto puede quedar perdido para ti; pero una vez que conoces ley, la recuerdas y repites su Verdad, nunca más te robarán, y nunca más se te podrá perder ni extraviar nada. Compruébalo tú mismo. No me creas a ciegas hasta haberlo comprobado la próxima vez que no encuentres algo que crees perdido. Es de las lecciones más fáciles de aprender.
Tu cuerpo de hoy contiene todas las sustancias primitivas de nuestro planeta. Tierra, Agua y Aire. Además, de éstos se desprenden todas las sustancias, todos los elementos. Además, tienes en tu haber todo lo que acumulaste de experiencias y conocimientos en tus miles y miles de años viviendo bajo una u otra. Pero lo primero que aprendiste fue a comer, y a buscar comida, cuando fuiste una larva en el agua. Cuando después de muchos caminos llegaste a mover tus patitas para caminar sobre la tierra. El comer, el digerir y el movimiento de tus miembros se hicieron derechos adquiridos. Ya no pudiste ni podrás perder jamás esas habilidades. 
CADA CONOCIMIENTO O HABILIDAD QUE SE ADQUIERE DA AUTOMÁTICAMENTE EL DERECHO DE OCUPAR UN LUGAR MÁS ADELANTADO QUE EL ANTERIOR. 
Ahora ves por qué no se puede retrogradar a un lugar inferior? ¿Cómo? Si es la ley de la evolución además de la ley de atracción que hace que todo atraiga su igual y rechace su opuesto? 
Esto forma parte del Principio de Polaridad, que es inquebrantable como todos los Principios. A pesar de que, al iniciarse en una nueva vida, hay que aprender de nuevo lo que ya se ha adquirido en las anteriores, como caminar, hablar, comer, etc., esto es aparente nada más. Lo que ocurre en realidad es que el
ser tiene que recordar. No re-aprender, pues el niño come, digiere, se mueve, llora, ríe, ve, oye, le circula la sangre, etc., todo porque ya lo tiene el subconsciente. Los talentos, el genio, el muchacho que es muy perezoso
para estudiar, todas las habilidades anteriores, y le son mucho más fácil que a otros quienes las intentan por primera vez. Pero el muchacho inteligente, perezoso para los estudios sólo está manifestando que le aburre tener que volver a recorrer lo que ya recorrió en una vida, o varias vidas anteriores. No hay que preocuparse por eso. Hay que dejarlo allí para que recuerde lo que tiene almacenado en el subconsciente. Generalmente ocurre que en el momento de los exámenes le surge al chico lo necesario para pasar tranquilamente, y a la par de todos los demás que se han “matado” estudiando durante todo el año. Esto confunde a los padres y maestros, pero es una de las pruebas a favor de la teoría de la reencarnación.
La reencarnación sí existe pero no es obligatoria. El libre albedrío existe para todo y en todo. Así como en la Tierra CADA INDIVIDUO APROVECHA O DESPERDICIA LAS OPORTUNIDADES, DE ACUERDO CON SU CARÁCTER O SU DESEO; en el plano Astral, (el reino de las almas o espíritus desencarnados) cada uno es libre de aprovechar o no este recurso que se ofrece para adelantar. Así como los humanos son libres de escoger una profesión o una línea de estudios; esforzarse para su propio desarrollo o simplemente vivir sin propósito o ambición, así las almas son libres de regresar al plano terrestre para dar otro paso en adelante; para adquirir nuevas experiencias; para PAGAR CUENTAS PENDIENTES (llamadas “KARMAS”) o para cobrar bienes merecidos; o, si les place la vida que están llevando, pueden permanecer en ella todo el tiempo que les convenga. Nadie las obliga. Sólo que al fin y al cabo, el adelanto y bienestar ajeno las induce a desearlo para ellas también, y la moneda con que esto se compra es el esfuerzo, el conocimiento y la experiencia, los cuales se adquieren en la vida activa de la Tierra.
Cada conocimiento y cada experiencia quedan para siempre como posesiones adquiridas, compradas y pagadas. Estas posesiones decimos que son adquiridas “por derecho de consciencia” y no pueden ni perderse
ni ser robadas. Nadie puede quitarle a uno la inteligencia, el talento, las facultades y los conocimientos. Pero lo que es más extraordinario aún, es que como cada adquisición es hecha a través de experiencia, y esa
experiencia es acompañada por objetos, instrumentos, muebles, dinero, propiedades, etc., todo lo que se ha usado en la vida, en una experiencia; todo lo que se ha aprendido a usar, pues la cama, la mesa, los cubiertos, la vajilla, la ropa, las joyas, el dinero, todo hasta una cajetilla de fósforos quedan en esencia, o como negativos de fotografías, grabadas y archivadas en nuestro haber individual, por derecho de consciencia; y estas “propiedades” o posesiones las traemos junto con nosotros en cada reencarnación. Ellas aparecen en nuestras vidas, quiéralo o no, y esto es lo que hace que algunas personas nazcan en la opulencia y otras en la miseria. Se nace donde se ha merecido nacer por derecho de consciencia. La ley se encarga de atraer a cada cual a su esfera. A su sitio propio. No hay injusticia en el plano de la Verdad. 
A esta ley se refirió el Maestro Jesús cuando dijo: “NO OS HAGÁIS TESOROS EN LA TIERRA, DONDE LA POLILLA CORROMPE Y DONDE LOS LADRONES MINAN Y BURLAN, SINO HACEOS CON TESOROS EN EL CIELO DONDE NI LA POLILLA NI EL ORÍN CORROMPEN, NI LOS LADRONES HURTAN Y MINAN; PORQUE DONDE ESTÉ VUESTRO TESORO, ALLÍ ESTARÁ VUESTRO CORAZÓN” (Mateo 6-19 a 21). Pero claro está que, como todas las máximas bíblicas, ésta también tiene tres grados de significación. El primero material, el segundo mental, y el tercero espiritual.
Como se verá por todo lo dicho, no hay por qué vivir temeroso de los ladrones. Si hasta ahora has vivido temblando porque te puedan robar tus posesiones; porque en tu casa entren ladrones de noche o cuando te ausentes de tu casa; porque has creído en estafas y estafadores, etc., ya puedes vivir en paz. Nadie puede quitarte ni un alfiler que te pertenezca por derecho de consciencia; pues si lo posees, es porque lo mereciste en vidas remotas. Y si se comete el intento contra tí (si por tu propio temor que pueda persistir mientras adquieras la práctica de la nueva consciencia), alguien te roba, o pierdes algún objeto, pronuncia inmediatamente la Verdad:
“NADA QUE ES MÍO POR DERECHO DE CONSCIENCIA PUEDE PERDERSE O SER ROBADO”.
Mantente tranquilo, no lo pienses más, y verás cómo encuentras tu posesión, alguien te la regresa, alguien te regala una igual, o encuentras una semejante. Todo tu haber está en tu archivo mental como el original de un documento, reproducido la copia en lo exterior. No se puede separar de ti. “No robarás”... no lo podrás intentar siquiera.
No creas ciegamente nada de lo que acabas de leer. Compruébalo tú mismo primero. “POR SUS FRUTOS LOS CONOCERÉIS”.

sábado, 18 de enero de 2014

CAPITULO 7 SIGNIFICADO METAFÍSICO DE LOS DIEZ MANDAMIENTOS DE MOISÉS "CONNY MENDEZ"

                          

Parece ser que aún no se ha podido comprobar si Moisés era lo que dice la Biblia, o si era realmente el hijo de una princesa egipcia hermana de Ramsés II. Su nombre significa “Extraído de las Aguas” (en el simbolismo bíblico) y como la Biblia, en gran parte está formada por relatos simbólicos destinados a proteger la gran Verdad contra las interpretaciones erróneas de aquellos que no tengan la madurez necesaria para ponerla en práctica, es muy posible que todo el relato bíblico, respecto a su nacimiento hebreo y su adopción por la princesa, sea también simbólico y no histórico.
En todo caso, la verdad de su procedencia no afecta lo que él enseñó. Moisés sí fue un gran iluminado, un gran Maestro de la Verdad metafísica, que no solamente liberó al pueblo hebreo de la esclavitud y las condiciones infrahumanas en que se hallaban sino que también enseñó a muchas tribus errantes que se fueron agregando a su grupo en el desierto; y por esta razón fue que tantas razas distintas, descendidas de aquellas tribus, adquirieron el culto monoteísta (un solo Dios), conservándolo hasta hoy.
Tal abigarramiento de gentes, algunos totalmente primitivos; que no sabían respetar lo ajeno; que mataban a otro porque les molestaba; que dejaban perecer de mengua a los ancianos porque les representaban, cada uno, una boca más; para quienes una mujer no era sino una hembra perteneciente a todos; y otros no tan primitivos, como los judíos que habían vivido esclavos de los egipcios, pero no habían conocido otra cosa que el trabajo de sol a sol, sin tregua ni descanso; y que en la convivencia con los idólatras habían adoptado estas creencias y olvidado el culto de sus antepasados; obligó a Moisés a formular un código de leyes, simple, escueto, al nivel mental de todos, expresadas en lenguaje casi infantil pero con castigos durísimos por cada infracción, y basadas en la amenaza y el terror, ya que ésta es la única forma de domar a una bestia salvaje.
Moisés había sido educado en el templo de Heliopolis que era, como quien dice, una universidad. Allí enseñaba lo que llamaban Geometría en aquel entonces, y que incluía, no solamente las Matemáticas, sino la Metafísica, la Astrología, la Numerología (significado de los números) y un simbolismo triple que usaban los de aquellos tiempos para dejar registrada su sabiduría, al servicio de las generaciones futuras, a medida que evolucionaran.
El primer aspecto de esta simbología era sencillo, se refiere a la vida y mundo de los humanos. El segundo aspecto es metafísica. Trata la misma condición pero en el plano mental. El tercer aspecto es jeroglífico y trata el mismo asunto en el plano espiritual, y este último aspecto es tan profundo, que dice no ser inteligible sino para los espíritus puros. Y aquí está nuestra primera exposición del PRINCIPIO DE CORRESPONDENCIA que dice:
“COMO ES ARRIBA ES ABAJO; COMO ES ABAJO ES ARRIBA”.
“Abajo” significa, en el plano material, en las condiciones humanas, en lo visible.
“Arriba” se refiere a lo invisible, a lo mental y por supuesto a lo abstracto, espiritual.
Lo que dice el Principio de Correspondencia es que las leyes todas actúan en todos los planos, y que las condiciones en un plano se repiten en el plano superior como también en el plano inferior. Esto lo irás viendo claro de aquí en adelante.
Así elaboró Moisés sus Diez Mandamientos o Sepher Bereshit (como se llama este código de leyes en idioma hebreo), para que la humanidad a medida que fuera evolucionando y despertando, se fuera iniciando en la enseñanza superior; y la siguiente interpretación no es invento de ningún hombre. Fue dejada en claves conocidas por los muy adelantados pero mantenidas ocultas a través de estos milenios. Como verás luego, ya la humanidad aprendió la primera lección, o sea, que aprendió a obedecer la ley en su primer aspecto. La mayoría es adulta mental y moralmente… hay un gran sector de la humanidad que ya está protestando en su interior por las contradicciones que hay entre el dogma y el sentido común, y esta es la señal que indica el momento de dar el paso hacia adelante. La mayoría, pues, comienza a razonar en escala alta.
En síntesis, LOS DIEZ MANDAMIENTOS dicen:
1- No hay sino un Dios.
2- No fabricarás imágenes, no las adorarás ni les rendirás culto.
3- No tomarás en vano el nombre del Señor tu Dios.
4- Acuérdate de santificar el día séptimo.
5- Honra a tu padre y tu madre.
6- No matarás.
7- No cometerás adulterio.
8- No hurtarás.
9- No levantarás falso testimonio.
10- No codiciarás.
Este grupo de leyes se divide en dos grupos. Ocho mandamientos aparentan ser prohibiciones y comienzan con la palabra “No”. Estos son los número Uno, Dos, Tres, Seis, Siete, Ocho, Nueve y Diez. Los números Cuatro y Cinco son recomendaciones. A primera vista, el ser humano que aún no ha aprendido a razonar en el plano mental-espiritual, los entiende como prohibiciones o normas de conducta. Esto era necesario para que la gran mayoría de la humanidad recibiera la noticia, y luego se acostumbrara, a no matar, no robar, no mentir, no codiciar, a pensar en el prójimo y a la idea de un solo Dios.
En tiempos de Moisés, la población del mundo se hallaba reducida a un número y a un sector de la Tierra relativamente muy pequeños. Sin embargo en esa área y ese número pequeños, la gran mayoría era totalmente ignorante; y el resto menos ignorante sólo contaba con algunos realmente adelantados, o educados. A la gran masa humana de hoy le ha costado tremendos golpes y porrazos, individuales y colectivos, aprender a comportarse habitualmente de acuerdo con las reglas de ética sentadas por Moisés; y aún visto por encima, diríamos que no es así. Diríamos que la humanidad sigue matando, robando y mintiendo como si tal cosa, pero esto no es la verdad. No es verdad con respecto a la gran mayoría. La Gran Mayoría desea la libertad de adorar al Dios único como a ella mejor le plazca. La gran mayoría ya no roba, ni mata. La gran mayoría ama y cuida a sus ancianos; y finalmente, la Tierra entera conoce y cumple la recomendación de descansar un día por semana, el Domingo.
Es la minoría la que rompe las leyes terrenas. Es una minoría muy reducida la que vive en las cárceles. Es la minoría la que desconoce a Dios; y finalmente, si aún existen humanos que ignoran que hay una cosa llamada “la ley” para castigar al que se comporte mal, esos son la gran excepción que comprueba el adelanto de la mayoría.
Ha llegado, pues, el momento merecido ya por la gran mayoría humana, de dar el próximo paso adelante, o sea, de recibir y comprender el segundo aspecto de la trilogía simbólica ya mencionada; el que trata del plano mental; porque el tercer aspecto, el jeroglífico, no lo comprenderemos hasta que seamos limpios de todo error. Cuando se nos pueda catalogar de “espíritus puros”, o sea, cuando hayamos aprendido a amarnos los unos a los otros. Y vamos al grano.
Los tres primeros mandamientos exponen el Principio de Mentalismo ya tratado, de manera que no los vamos a desentrañar sino al final, después de exponer lo que encierran los mandamientos números: 6, 8, 9 y 10, o sea, “No matarás”, “No hurtarás”, “No levantarás falsos testimonios” y “No codiciarás”.
Para empezar a poner en claro, el vocablo “No” no tiene la misma intención de aquellos afiches que nos colocan en puntos determinados de las ciudades y que dicen “No tirar basura”, “No pise el césped”. Estos son actos que la ciudadanía puede cometer pero no debe, y asi se lo ordena la autoridad. El “No” de los Mandamientos significa “No puedes” por más que lo intentes. Que es inútil y absurdo que sigas creyendo que lo puedes hacer porque no lo lograrás. Mi Maestro decía que el “no” del Pentateuco equivale, en el idioma de hoy, a que alguien dijera: “No atravesarás a nado el Océano Atlántico”. ¿Por qué? Porque ya tú sabes que no lo puedes intentar siquiera. No posees la fuerza.
El cuerpo material no tiene voluntad propia. No puede oponerse ni mandar. La vida está en el espíritu, en el alma, en el Yo Superior. Al abandonar ésta el cuerpo de carne y hueso sólo queda la masa inerte, sin la vida. De manera que podrías encajar un puñal en el cuerpo de fulano; podrías echar cianuro en el café de zutano; podrían sus cuerpos dejar de existir en el plano terreno, pero ellos continuarían llenos de vida y conscientes en el plano que le sigue, y lo único que habrías logrado es hacer que la Ley del Ritmo, al devolverse, te golpee a ti. Morirás por mano de otro o por “accidente”. Los conocidos dichos “Ojo por ojo, diente por diente” de la Biblia y el popular “El que a hierro mata, a hierro muere”, no son mitos. Sólo que NO ES DIOS QUIEN CASTIGA (como se cree) SINO SUS LEYES; Su Principio rige en todos los universos y en todos los planos, tanto para retribuir el Bien como para cobrar el Mal. No en vano se dice que “el orden es la primera ley del Cielo”, y Jesús dijo “hasta los cabellos de tu cabeza están contados”.
Ahora verás mejor lo dicho referente a que ningún mal te puede venir de afuera hacia tí. Nadie puede hacerte un daño si en tu “récord” no aparece que tú hayas hecho un daño similar a otro. Nadie puede “matar” tu reputación, ni tu negocio, ni tu felicidad, ni tu hogar ni ninguna otra pertenencia tuya; ni tú puedes matar nada de eso en otro, ni existen accidentes ni casualidades. Las grandes Leyes te protegen. Ya la gran mayoría se siente incapaz de asesinar al prójimo. Ya es mucho. Pero ahora viene el segundo aspecto del Mandamiento a decirnos que es inútil intentar dañar a otro o a sus pertenencias por medio de la calumnia, el chisme, la mentira o el “truco”, y que lo único que se logra con eso es que la Ley, devuelva idéntico mal al que lo intenta. El Búmerang regresa inevitablemente hacia el punto en que fue lanzado.
Y ahora con respecto a darle muerte a un insecto o a un animal. 
EL SENTIDO COMÚN ES LA FORMA EN QUE SE EXPRESA LA SABIDURÍA DIVINA A TRAVÉS DEL HOMBRE. 
Apréndete esta máxima de memoria. Repítela y recuérdala cada vez que te enfrentes a una circunstancia dudosa. Detente ahora y repítela hasta que se te grave.
Somos los hermanos mayores de toda manifestación de vida inferior a la nuestra. La vida es toda una sola expresándose a través de todo lo que ella pueda animar. Los insectos, las aves y los animales son seres humanos en potencia. Están en etapas muy tempranas de su evolución y algún día, después de muchos, muchos milenios adquiriendo sustancia y materiales, experiencias y prácticas, elevándose de forma en forma, de reino en reino, llegarán a condensar todo esto en la forma exterior de un ser humano. Casi nunca se retrocede. Es decir, que se puede estacionar y retardar, desviar y optar por un camino distinto, pero el ejemplo de no retroceder jamás lo da nuestra Tierra. Ella jamás vuelve sobre sus pasos. Empleó millones de años en transformarse de nebulosa en planeta y allí en producir seres vivientes. El día jamás se devuelve de las siete de la noche a las doce del día del mismo día. El hombre no puede destruir su esencia para renacer en un animal.
Sabiendo todo esto, al contemplar un animalito viviente, debe darnos una compasión muy grande pensar el trabajo que está haciendo y que le está costando, aprender a movilizarse, a adaptarse y manejarse en su mundito de una dimensión, y que al destriparlo con el pie le estamos cortando en seco su minúscula aunque valiosa experiencia. 
Esto lo aprenderás mejor en el Principio de Vibración. PERO... y es un pero muy grande, la Sabiduría Divina, a través del sentido común, nos convierte en jueces aún siendo los hermanos mayores.
Vamos a decir que un día en nuestra casa limpia, ordenada y aseada, aparece una cucaracha o una chiripa.
Estoy cansada de verte dar el salto con el zapato en la mano, y, GRRRAC! Pereció la pobre. Y ahora me dirás ¡Pero cómo! ¿Voy a dejar que se cunda mi casa de esos animales? No, en absoluto. No puedes, ni debes permitir que permanezca ni un segundo más bajo tu mismo lecho. Tú, en tu carácter de hermano mayor, tienes el deber de vigilar, de enseñar, de corregir y de frenar a tus hermanos menores. No puedes permitirles que aumenten indebidamente ni que se introduzcan en donde no pertenecen. Tampoco debes permitir que otro, ni siquiera un animalito irracional, abuse de ti. Si lo permites, haces mal. Pero para eso tienes tú la mente que esos seres no tienen aún, y por eso dijo Moisés en Génesis (cap. 1, ver.26) “Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra y en todo animal que se arrastra sobre la tierra. Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó”. Fíjate que esto último lo dice tres veces. 
Cuando la Biblia repite tres veces significa que la frase tiene idéntico significado en los tres planos. En otras palabras, que no ha de buscársele interpretación metafísica o jeroglífica; que ella expresa una verdad eterna y fundamental.
Ahora, los animales, o seres irracionales, no tienen un espíritu (digamos), individual. Tienen lo que llamamos “espíritu de grupo”, o sea, que el gran conjunto de cada especie forma un espíritu; o tal vez no sea sino una partícula de un espíritu. (Eso no lo puedo conocer. No he llegado a esas alturas). Lo cierto es que ellos (los seres irracionales) actúan en grupo y por líneas ya determinadas de acción. Por ejemplo, las abejas. Un tipo de abejas obedece al instinto de construir panales de cera. Otro al instinto de atender a la reina y así sucesivamente. Son acciones automáticas. Ellas individualmente no piensan, piensa por ella el gran conjunto que firma una mente, y las guía por medio del instinto (podríamos decir). Empleando la ley de Correspondencia, vemos cómo corresponde esta actuación mecánica de las abejas a una situación similar en el reino humano. En la construcción de un edificio, por ejemplo, hay muchachos cargadores de agua. Hay albañiles que pegan ladrillos.
Hay carpinteros que hacen puertas. Hay obreros especializados en molduras, pinturas, adornos. Y todos trabajan casi mecánicamente, cada uno en su línea determinada, todos cumpliendo algo que está en la mente del arquitecto. En el hombre ¿qué corresponde? Los pies hacen el trabajo automático de caminar. Las manos, de maniobrar, los ojos, de mirar. Los oídos de escuchar, etc. Y todo obedece al impulso que envía la mente a través de líneas, que llamamos Nervios en el hombre.
Sabiendo esto, cuando tú encuentres un insecto fuera de lugar, frena tu primer impulso de aniquilarlo. 
El espíritu de su grupo está a tu misma altura mental; forma parte de la mente universal; lo contactas al dirigir tu mente hacia él. Simplemente dile: “AQUÍ HAY UNA CÉLULA TUYA QUE SE ENCUENTRA FUERA DE SU AMBIENTE. NO ES ARMONIOSA A MI AMBIENTE. DIOS ES ARMONÍA PERFECTA. LLÉVATELA”.
Sentirás una gran emoción al ver que el insecto se detiene inmóvil, como recibiendo la onda, y al minuto corre a desaparecerse. No lo volverás a ver. Y en el caso de que tu propia conciencia no está aún segura de la Verdad que te acabo de enseñar; bien sea que tú sientas dudas del resultado; o que hagas el “tratamiento” con DEMASIADA VIOLENCIA y ves que el animal continúa molestándote, dale tres “chances”. Dile al espíritu grupo: “SI NO TE LO LLEVAS PRONTO, VOY A TENER QUE MATARLO”. Generalmente no te verás en el caso de matarlo. En muy pocos casos se resiste a irse. Sólo cuando él mismo está buscando la muerte porque ya ha vivido su vida; y en ese caso (cuando te lo indique tu sentido común, que es la Sabiduría Divina en ti) mátalo con un golpe fuerte y seco. No lo dejes a medio vivir, agonizando. Y sin violencia de tu ánimo, sin rabia ni disgusto, dile: “QUE EVOLUCIONES EN MEJOR ESPECIE”. Todo depende de la intención y el pensamiento con que se ejecute.

Hay sectas y órdenes de las que se dicen “ocultistas” que no comen carne. Alegan que las vibraciones de dolor del animal al ser matado contaminan al alma humana; alegan también que las vibraciones de la especie inferior degradan al ser. El Maestro Jesús negó esta creencia cuando dijo: “No es lo que entra por su boca lo que contamina al hombre, sino lo que de su boca sale; porque lo que sale de la boca, del corazón procede”. 
Ya conociste la explicación de esta lección en el Capítulo “La Palabra”. Y de acuerdo con Moisés repetimos: “NADIE NI NADA PUEDE DAÑARNOS DE AFUERA, A MENOS QUE LO HAYAMOS MERECIDO; A MENOS QUE LO ACEPTEMOS POR CREER QUE SÍ ES POSIBLE”. Pero cuando conocemos esta Verdad y la recordamos siempre, nada ni nadie puede causarnos daño alguno.
El gusto por comer carne, o la necesidad de la carne como alimento sólo significa que el individuo aún conserva una cantidad de su naturaleza animal (animal carnívoro, se entiende). No ha llegado aún al punto en que sus células pueden prescindir del alimento ingerido del exterior, eso es todo; porque el limitarse obligatoriamente a comer frutas y verduras no es una prueba de elevación espiritual, ya que la vaca y el caballo no comen sino yerba y granos.
Al entrar a estudiar metafísica, comienzan a limpiarse las células del cuerpo por el hecho de que se empieza a vivir en un mundo mental-espiritual, y de acuerdo con el Principio de Correspondencia, “Como es Abajo es Arriba”; “Como es Arriba es Abajo”. Todo el ser evoluciona a la vez. El estudiante nota, tarde o temprano, que comienza a no necesitar la carne como alimento, y llega a aborrecerla sin que nada ni nadie lo fuerce a ello.

Algo muy importante: Cuando estudies el Principio de Vibración podrás comprobar la verdad científica que es imposible que una vibración de menor frecuencia pueda dominar a una de mayor frecuencia. El animal vibra en un plano inferior al hombre; ¿Cómo podrá jamás afectar a éste? Únicamente bajo una condición; que el hombre esté ignorante del principio de Vibración y crea posible el ser afectado por las vibraciones del animal. Creyéndolo, lo está aceptando y por lo tanto sometiéndose a una ley inferior a él. Por esta misma razón es que no se puede matar. La vida es positiva. La muerte es negativa, o sea, que es la negación de la vida. La vida es indestructible. No puedes matar por más que lo intentes.

miércoles, 15 de enero de 2014

NEGACIONES Y AFIRMACIONES METAFÍSICA 4 EN 1


FRENTE A UNA ENFERMEDAD PROPIA O AJENA:
Niego la apariencia de toda afección física. No la acepto ni para mí ni para nadie. La única verdad radica en el espíritu y todo lo inferior se amolda a mi palabra, al yo reconocer la Verdad. En nombre de Jesucristo que nos autorizó, decreto que yo y todos somos Vida.       La Vida es salud, fuerza y alegría. Gracias Padre que me has oído.
FRENTE A TODO TEMOR (PROPIO O AJENO):
Niego el temor. Dios no creó el temor, luego no tiene otra existencia que la que yo le quiera dar, y yo no acepto, no deseo más esta apariencia creada por mí. Suelto y dejo ir toda sombra de temor en mí (o en tí). Juan Apóstol dijo: “el amor desarraiga todo temor”. Dios es amor, yo soy su hijo, soy hecho en, por y de amor. Esta es la Verdad. Gracias Padre.
FRENTE A TODA TRISTEZA (PROPIA O AJENA):
Niego la propia existencia de esta tristeza (pena o depresión) Dios no la autoriza. Borro en mí toda tendencia a la negatividad. No la necesito. No la acepto. Dios es dicha, gozo, alegría. Yo soy dicha, gozo, alegría. Gracias Padre por... (Comienza a enumerar todo lo que tengas, hasta lo más insignificante).
FRENTE A CUALQUIER FALLA O ESCASEZ:
Niego toda apariencia de escasez. No es la Verdad, no lo puedo aceptar, no la quiero. La abundancia de todo es la Verdad. Mi mundo contiene todo. Ya está todo previsto, todo dado por un Padre todo amor, sólo tengo que reclamar mi bien. Señálame el camino, Padre, habla que tu hijo te escucha. Gracias Padre.
FRENTE A TODO LO QUE NO SEA ARMONIOSO:
Niego la inarmonía. No acepto esta apariencia de conflicto. Dios es armonía perfecta. En el espíritu no hay choque, ni contrariedad, ni lucha, ni cosa alguna que se oponga al cumplimiento de la perfecta armonía. Gracias Padre, bendigo, tu armonía en esta circunstancia.
POR LA PAZ MUNDIAL Y FRENTE A TODA APARIENCIA CONTRARIA:
Gracias Padre que eres Paz. Gracias Padre que nada de lo que está contrariando este hecho tiene consistencia alguna, que todo es creación de los que ignoran. Perdónalos que no saben lo que hacen. Hágase tu voluntad aquí en la Tierra como es en Tí. Gracias Padre.
Todo lo anterior te lo doy para que aprendas a formular tú mismo tus oraciones. Como todo el día estamos pensando y decretando, todo el día estamos orando, en forma negativa o en forma positiva, y creando nuestras propias condiciones, estados y sucesos.

LO IMPORTANTE ES MANTENERSE EN EL ÁNIMO QUE EXPRESA LA ORACIÓN. SI DESPUÉS DE AFIRMAR TE DEJAS REGRESAR AL POLO NEGATIVO, DESTRUYES EL EFECTO DE LA ORACIÓN. CUIDA TUS PENSAMIENTOS. CUIDA TUS PALABRAS. NO TE DEJES ARRASTRAR POR LO QUE EXPRESEN OTROS. RECUERDA QUE ELLOS IGNORAN LO QUE TÚ YA VAS CONOCIENDO.
Lo que pienses y pidas para ti, piénsalo también para los demás. Todos somos uno en espíritu y esa es la forma más efectiva de dar. Mejor que pan y limosna ya que el pan y la limosna duran sólo unos instantes, mientras que la Verdad se queda con el otro para siempre. Tarde o temprano tu don espiritual le entrará en la mente consciente y habrás hecho labor de salvación en un hermano. El Principio del Ritmo, que es la ley del péndulo, el búmerang, te devuelve el bien que haces (como también el mal que haces).
Se ha dicho que “uno con Dios es la mayoría”, de manera que una sola persona que eleve se conciencia al plano espiritual y reconozca la Verdad en la forma expresada más arriba, es capaz de salvar de la ruina a una organización, salvar de la crisis a una comunidad, una ciudad o una nación, porque actúa en el plano espiritual que es la Verdad y ésta domina a todos los planos inferiores. “Conoced la verdad y ella os hará libres”.

LECTURAS RECOMENDADAS
El Sermón del Monte, por Emmet Fox (en castellano).
Lecciones Sobre la Verdad, por H/Emilie Cady, (en castellano).
La Palabra Diaria, suscripción mensual (en castellano).
El Kybalion, por Tres iniciados, Editorial Kier, Buenos Aires.
Los tres primeros se obtienen escribiendo a “Unity Panamericano”, Nº 100 West 73rd. St. New York, 23, N. Y., que es el Centro Hispano de Unity School of Christianity.
Advertencia: Cada libro metafísico debe leerse muchas veces. Cada vez que se relee se comprende mejor.
Ahora, sólo lo que se practica se queda con nosotros. Lo que sólo se lee y no se usa, se va.