La vida es sorprendentemente mágica aún cuando lo que estás vivíendo son situaciones difíciles, de enfermendad y muerte, pero si miras por encima de todo esto, puedes observar con un perspectiva abierta, con un angulo de 360º, es increíble las nuevas cosas que se están hilando o preparando en esos momentos, que serán las próximas experiencias, las más inmediatas a esa situación. Por lo menos yo lo he vivido así.
Hace 21 día yo me tuve que ir de viaje urgente por motivos de enfermedad de una de mis hermanas y jamás imaginé que esos días iban a significar un nuevo camino a seguir en mi vida, pero como la misma muerte ha sido un final para empezar una nueva trayectoria.
La fuerza del amor, esta energía poderosa de la misma vida, nos dá la fortaleza y el equilibrio necesario para seguir adelante, sintiendo cada instante como algo único y maravilloso, aunque sea a través de una mirada, una sonrisa, palabras alentadoras o simplemente un abrazo de fuerza y amor, cualquiera de ellas pueden levantar, sanar, empujar o llenar de ese amor a cualquier persona que te encuentres en ese momento.
Actuar y sentir con amor derrumba todas las diferencias, máscaras, miedos y nos potencia la apertura a ese nuevo camino donde todo empieza a fluir solo, sin esfuerzo, con magia ( como yo lo llamo cariñosamente), porque todo está unido con la fuerza creadora del amor.
Mis últimos días han sido perfectos, de grandes lecciones, de nuevas experiencias, de dolor, de muchísimo amor, de nuevas personas que llegaron a mi vida, de otras que se separaron de mi camino a seguir, todo lo he experimentado con amor y gratitud.
Vivir en el ahora es lo más valioso que puede tener el ser humano, el ayer pasó y fué perfecto, mañana Dios dirá y seguro que será lo mejor que nos pueda llegar.
Esta entrada está dedica en especial para mi familia y amigos, en honor de mi hermana Estrella en su despedida del mundo Físico, la cuál vivió en alegría, con valentía y con mucho amor.
Gracias a todos por los días vividos en unión, fuerza y amor.
Un gran abrazo desde aquí, para esta gran familia de la vida que comparten y compartieron mi camino,
Mari Carmen Pariente.
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